“Nos tenemos que encerrar, no podemos abrir las ventanas por los intensos olores pestilentes y CAPA no responde a nuestras quejas, no arregla el problema, y queremos una solución, ya”, manifestaron vecinos de la colonia 10 de Abril, quienes llevan meses con el rebosamiento de aguas negras.
El problema se genera en una alcantarilla ubicada sobre la avenida 45, entre las calles 16 y 18, a unos metros de dos escuelas. Los afectados dicen que inició hace casi dos meses, sin que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) les dé una solución, ya que el personal de esa dependencia sólo llega, verifica, coloca pastillas de cloro y se retira.
Afectados denunciaron que también padecen con el agua pestilente los alumnos dos escuelas, principalmente los de la guardería Kannan Paal, ubicada a escasos metros de la alcantarilla.
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“La situación se recrudece cuando cae la lluvia. No es posible que todos los vecinos lo hayamos reportado y ninguna autoridad actúe. Ya tenemos niños con vómito y diarrea. No sabemos si sean los efectos de esta pestilencia, pero se está convirtiendo en un problema de salud”, expuso un quejoso.
“Las aguas negras se están yendo al drenaje pluvial, se está filtrando en él y también representa afectaciones al manto freático por contaminación. Nadie hace nada. Ya creció el verdín a un acostado, pero lo más grave es que tenemos un foco de infección al aire libre; es una grave contaminación.
“Pedimos a CAPA, Ecología, a la Dirección de Salud o a quien le competa inspeccionarlo que hagan algo y no dejen pasar más tiempo, ya que no podemos seguir respirando olor a excremento”, señaló.
Cabe resaltar que de acuerdo con el personal de la CAPA, este problema se debe a que probablemente los negocios de la zona e incluso o los propios vecinos estén vertiendo aceite vegetal en las alcantarillas.
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AA