Los pasillos del Aeropuerto Internacional de Cancún tienen algo que contar todos los días. En Terminales 2, 3 y 4 siempre se encuentran historias.
En la entrada de la Terminal 3 ingresa una mujer con gran carisma; apenas se le entiende el español, pero eso no impide que salude a todos los que se encuentra en el camino. A su lado se ve a un perrito caminando despacio. No tienen prisa. Ella se llama Katherine y su perro, de raza poodle toy, “Brown”.
Es un “lomito” de apenas tres años de vida y lo tiene desde que nació. Fue un regalo de su novio, pero ellos se separaron hace un año. Sin embargo, eso no importa, dijo ella, porque le dejó un bonito regalo, su perrito “Brown”. Le puso ese nombre por el color que tiene.
Katherine es decoradora, tiene 32 años y vino a Cancún por cuestiones de trabajo. Después de dos meses regresa a Los Ángeles, Estados Unidos, donde nació y radica actualmente.
Viajó con “Brown” porque no tiene quién lo cuide en su ciudad y porque iba a estar mucho tiempo en Cancún, por lo que decidió traerlo para no dejarlo tanto tiempo solo, pues es la primera vez que deja tanto tiempo su casa, desde que tiene a su “lomito”.
Comentó que tiene todos los permisos y su cartilla de vacunas al día, así como un documento que dice que la mascota puede viajar sin problema.
Katherine se estaba preparando para abordar. Su perro lleva correa y transportadora de tela, porque que no le gusta la de plástico. Caminan muy tranquilos.
Llegaron un poco antes de abordar el avión. Ella va al mostrador para hacer los trámites necesarios para documentar y tomar el vuelo que los llevará a su destino. Es la primera vez que “Brown” sale de casa tan lejos y en avión.
El tiempo que pasó en este lugar se acopló muy rápido al calor y no tuvo problemas con el clima, porque Katherine, después del trabajo, procuraba llevarlo a caminar, para que no estuviera encerrado, por la playa y al atardecer que, dijo, extrañará.
Ellos regresarán a Los Ángeles y no saben cuándo volverán a Cancún, pero el tiempo que estuvieron aquí se la pasaron muy bien y conocieron este lugar paradisiaco, y esperan tener la oportunidad de volver.
Empiezan a alejarse porque ya van a alistarse para abordar el avión que los lleve a su destino. Katherine y “Brown” se llevarán bonitos recuerdos de este lugar. Los perritos son una buena compañía siempre y demuestran su amor, a pesar de ser maltratados por algunas personas. Ellos no conocen el odio, sólo dan amor.
Los animalitos necesitan cuidados, vacunas, alimentación y cariño, por ello hay que pensar bien si se adquiere el compromiso para hacernos cargo de ellos.
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AT