En medio de la tradicional celebración del Día de Muertos, cientos de familias carecen de un lugar para colocar una ofrenda, altar, tumba, llevar flores o incluso llorar a sus seres queridos.
Esto se debe a la cantidad de cuerpos que permanecen como no identificados en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) o en el panteón forense, esperando ser reclamados por sus familiares. La lentitud de las autoridades ha provocado que se acumulen o se extravíen expedientes entre tantas víctimas, quitando así a cientos de personas la posibilidad de recuperar a sus parientes.
Miembros de colectivos de madres buscadoras viven en la incertidumbre sobre si sus familiares se encuentran en el Semefo o si fueron trasladados a la fosa común, al no haber sido identificados.
Aunque oficialmente la Fiscalía General del Estado (FGE) omitió información sobre los procesos de identificación de cuerpos en el estado, la sobresaturación de cadáveres en las cámaras frías de los Semefos y la falta de expedientes forenses fue confirmada por personal de la unidad de Servicios Periciales.
Según el entrevistado, actualmente en el Semefo hay más de 800 cuerpos y restos óseos sin identificar. Muchos se encontraron en áreas verdes durante operativos de búsqueda o por reportes ciudadanos, pero la acumulación y la falta de personal han provocado que queden olvidados.
“Nuestro trabajo como peritos inicia cuando se da el reporte. Primero lo verifica el primer respondiente, luego llega la Policía De Investigación y finalmente nosotros procesamos, marcamos indicios, levantamos el cuerpo y lo trasladamos al Semefo en la avenida Andrés Quintana Roo. La necropsia es responsabilidad del médico forense”, informó el perito, quien prefirió no revelar su identidad.
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La fuente explicó que actualmente los cuerpos permanecen hasta seis meses en el Semefo. Antes solo se mantenían tres, y luego se trasladaban a la fosa común, pero ahora, debido a las reformas legales y a la activación de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, las autoridades han tenido que adaptarse a estos cambios.
“Me ha tocado iniciar los expedientes forenses; esto significa que tomamos datos sobre la ropa que la persona tenía al momento de encontrarla o prendas de vestir localizadas cuando se trata de osamentas. Si es posible, también registramos condiciones del cuerpo, rasgos, edad aproximada y sexo. Cuando son restos óseos se sigue otro procedimiento, ya que se llevan a laboratorio y tarda más en completarse el expediente”, detalló.
El entrevistado agregó que estos expedientes se iniciaron a solicitud de diversos colectivos, con el objetivo de facilitar la identificación de personas. La sobresaturación en las cámaras del Semefo obligó a trasladar cuerpos al panteón forense; de esta forma, si los familiares aparecen, sería más fácil entregarles el cadáver o los restos.
Por esta razón, más de 800 personas, un año más, no tendrán una foto en el altar de Día de Muertos, una ofrenda, flores ni una veladora, probablemente porque sus familias mantienen la esperanza de encontrarlos vivos. Sin embargo, como mencionó el entrevistado, la acumulación de cuerpos en el Semefo también ha provocado que muchos de estos queden rezagados u olvidados.