El vivir con estrechez económica la mayor parte del tiempo provoca que los quintanarroenses vivan con angustia permanente, o lo que se denomina estrés financiero, que puede originar problemas de salud graves, dijo la psicóloga Roxana Fidelbus. El Inegi, en el más reciente estudio, informó que 43.7% de los habitantes enfrenta este problema.
Este estrés surge debido a la dificultad al acceso de una vivienda, la cobertura de gastos escolares, la compra de un automóvil, el ahorro y la posibilidad de disfrutar de vacaciones, situación que se agrava en la temporada decembrina y la “cuesta de enero”.
Fidelbus afirma que en destinos turísticos como el Caribe Mexicano, los empleados del ramo enfrentan, además, desde la soledad de estar lejos de sus familias, hasta largas jornadas laborales en días festivos, que intentan cubrir con compras compulsivas buscando una satisfacción inmediata.
La tensión económica puede impactar directamente en la salud de las personas, provocando insomnio, depresión, alteraciones del sistema inmune o problemas cardiovasculares, entre otras afecciones.
“Toda esta sintomatología, unida a la falta de concentración, sensación de cansancio constante o cambios de comportamiento (irritabilidad, apatía, tristeza, etcétera) que también provoca el estrés financiero, podrían afectar, a su vez, a tres aspectos clave para el bienestar emocional: la familia, el entorno social y el contexto laboral”, comentó.
Advirtió que las personas deben evitar ser rehenes de las exigencias sociales para complacer a terceros, ya que esto les generará mayor estrés. Dijo que esta situación es importante, porque si hacemos todo esto “tapamos” las carencias con las compras, gastos, dinero y regalos, pero después de las fiestas se termina el rato de nuestra felicidad imaginaria y nos encontramos llenos de deudas, con ello nos sentimos culpables.
De acuerdo con el reporte del Inegi, el 45% de la población reconoce tener una situación económica poco favorable, calificándola como “justa” o “mala”. La inseguridad financiera está especialmente presente entre las personas de más de 50 años (57%), y en el grupo de entre 18 y 24 (48%). Los que mejores perspectivas presentan son los millennials (25 a 34), con un 29%, y los de edades comprendidas entre los 35 y los 49 (44%).
Indicó que el 46% tiene problemas para hacer frente a gastos como actividades lúdicas o vacaciones, o para asumir gastos fijos importantes como el alquiler o la hipoteca de su vivienda (39%).
La situación provoca que seis de cada 10 personas admitan tener poca o ninguna seguridad financiera en el caso de que ocurriera una emergencia o se quedaran sin trabajo.