No existe ningún informe de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sobre el proceso administrativo iniciado hace cinco años para rescatar una parte ocupada del malecón Oriente por un particular. La Comuna se deslindó de esta responsabilidad. En abril de 2019, el Gobierno municipal reconoció que no hay ningún documento que indique cómo se adjudicó a la familia Rodríguez el bien público. Ahora, el tema permanece en “congelamiento” sin que nadie opine al respecto.
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En aquel año, la Dirección General de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente confirmó que sí se invadió la zona federal por un particular en ese tramo del malecón Oriente, quien no contó con licencia de construcción para ampliar esa casa. Un colectivo demandaba la clausura por parte de la Profepa para la posterior demolición y recuperación del espacio invadido, permitiendo así el libre tránsito hacia la parte Sur de ese malecón. Sin embargo, no se llevó a cabo ningún proceso, como se confirma ahora.
Algunos vecinos solicitaron a la Unidad de Transparencia del Gobierno municipal datos sobre el lote 27, manzana 10, supermanzana 001, avenida Juárez Sur, número 213, frente a las instalaciones de la Quinta Región Naval. La dependencia municipal confirmó que no hubo autorización para la ampliación de la casa de la familia Rodríguez. Los inconformes señalaron en un escrito que ya solicitaron la intervención de la Profepa, pero hasta la fecha no han obtenido resultados.
Mientras tanto, las familias, niños y personas de la tercera edad se exponen en ese punto si desean avanzar hacia el extremo Sur del malecón, ya que sólo se dejó un paso de menos de medio metro, con riesgo de caer entre las rocas del acantilado. Con esa obra en zona federal, se violaron los artículos 171, 182, 189, 190, 192, 194, 195 y 204 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, así como el Reglamento para el uso y aprovechamiento del mar territorial, vías navegables, playas, zona federal marítimo terrestre y terrenos ganados al mar.
Esta misma familia también invadió medio metro de la banqueta de la avenida Juárez, según los vecinos. Esto se suma a una larga lista de casos de ocupación de áreas de equipamiento urbano en el Centro Histórico y colonias populares, una práctica casi generalizada que el Gobierno municipal no ha querido frenar desde hace algún tiempo. Estas prácticas son toleradas por ser realizadas por familias de políticos, influyentes y empresarios, quienes llegan a obstruir con tal de evitar que la gente cruce, argumentando que el espacio público les pertenece, según señalan los jóvenes Juan Cobos y Alfonso Coronas.
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AT