Las pocas medidas de seguridad y una estructura deficiente de las cárceles en Quintana Roo han orillado a las autoridades a trasladar a los internos señalados por delitos del Fuero Federal a otras prisiones del país, principalmente a los centros penitenciarios de los estados de Nayarit, Michoacán, Chiapas y Oaxaca. Tan sólo durante junio de este año fueron desplazados 274 reos.
En un documento del área de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana se informó que durante el pasado mes de junio las autoridades estatales solicitaron el traslado de internos señalados de delitos federales como narcomenudeo y secuestro, mismos que fueron reubicados en los 13 Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso).
Se dio a conocer que durante junio 64 internos fueron trasladados al Cefereso número 4 Noroeste ubicado en Nayarit; 61, a Michoacán; en Chiapas llevaron a 31 reos; Oaxaca tiene 27; mientras que en el número 5, ubicado en Veracruz, se albergan otros 25; y a la prisión federal de Coahuila fueron trasladados los otros 23.
Los Centros Federales que menos presos de Quintana Roo tienen son el penal femenil de Morelos con 14; el número 7 en Durango con nueve; en el Centro 8 en Sinaloa y en Guanajuato hay siete en cada uno; finalmente cinco en Sonora y uno en el Altiplano, Estado de México.
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En este sentido, se explicó que en Quintana Roo continúan 298 internos en espera de trámite para su reubicación, de los que 245 están en Cancún; 37, en Chetumal; 11, en Playa del Carmen y cinco, en Cozumel. El principal motivo por el que se busca enviarlos a otras cárceles es porque en la entidad no se cuenta con las condiciones ni medidas de seguridad para su albergue.
La prisión de Cancún, además, de ser la más saturada del estado, tiene deficiencias en espacio, seguridad, condiciones médicas e incluso muchos de los internos de delitos del fuero común y federal comparten celda; también los procesados están junto a los sentenciados, cuando debería haber un espacio específico para cada grupo de internos.
Ante la grave situación de las cárceles de Quintana Roo, en agosto del año pasado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ingresó una solicitud de recursos por alrededor de 77.5 millones de pesos a los proyectos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para la realización de estudios de preinversión del nuevo centro penitenciario que se ubicará en la carretera 180, en un terreno del gobierno estatal de aproximadamente mil 647 metros.
Incluso, en octubre del año pasado, José de la Peña, entonces coordinador de la Mesa de Seguridad, confirmó que en Quintana Roo urge una cárcel de máxima seguridad que albergue a los reos que hayan cometido delitos del fuero federal, agregó que la Secretaría de Obras Públicas ya estaba afinando el proyecto.
A casi un año no se han visto avances en el tema, tampoco ninguna autoridad local ha mencionado si se aprobó o no el proyecto, presupuesto o licitación para iniciar la obra que es un tema delicado de seguridad, tanto para los internos como para la misma ciudadanía, toda vez que las autoridades en el Cereso pueden verse rebasadas, lo que podría llevar a fugas de internos.
Sobrepoblación
Según los datos del área de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana hasta julio de este año en Quintana Roo había tres mil 692 internos en las cuatro cárceles del estado y sólo se tiene capacidad para dos mil 695, es decir, 997 personas no tienen un espacio adecuado ni condiciones para vivir.
En este sentido, la entidad está en la posición número 10 de sobrepoblación de reos y que están en espera de ser reubicados, el primer lugar lo ocupa el Estado de México y el segundo Sonora; en Cozumel hay 135 internos, en Solidaridad se tiene 543, en Othón P. Blanco, hasta finales de julio, había mil 35 personas privadas de la libertad; mientras que el centro de Benito Juárez es el más sobrepoblado con mil 979.
GC