Los desarrolladores llevan un sexenio complicado, hace 10 años se construía el doble de que ahora se edifica en Quintana Roo, incluso los colocaban entre los primeros lugares a nivel nacional, una afectación para las empresas porque no se prevé una recuperación pronto, afirmó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) Quintana Roo, Leonardo Garrido Hurtado.
El entrevistado destacó que entre los factores que han complicado la situación, van desde tramitología, hasta encarecimiento de los productos para la construcción de las viviendas, por lo que, hace 10 años se edificaban más de 18 mil casas y para el cierre del 2024 se prevé alcanzar sólo las 7 mil 500 viviendas nuevas, lo que representa una contracción de más de 10 mil viviendas.
En tanto, trabajadores que cotizan para obtener un crédito Infonavit, mencionan que las casas cada vez son más caras, y en el caso de Cancún, las nuevas zonas de desarrollos habitacionales de interés social quedan cada vez más alejadas del Centro “están en medio de la selva, retirado de todo y en muchos casos, con falta de servicios”.
Tramitología
Quintana Roo ocupa el primer lugar a nivel nacional en costos indirectos (permisos y licencias) para la construcción de vivienda, según el monitoreo realizado por la delegación estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).
Según el reporte, el costo de trámites, pagos de licencias municipales y derecho estatales alcanza durante este 2024 hasta 17.04 por ciento en el caso de viviendas con un costo de hasta 650 mil pesos.
Garrido Hurtado explicó que los altos costos en trámites, aunado al incremento en los materiales de construcción y la falta de mano de obra en los últimos dos años ha derivado en la pérdida de rentabilidad en la construcción de vivienda de interés social por debajo de los 700 mil pesos, y un repunte en la construcción de vivienda por arriba de 1.2 millones de pesos, principalmente enfocada a las rentas vacacionales tipo Airbnb.
Una consulta al Registro Único de Vivienda (RUV) que contiene información sobre el sector de la construcción en nuestro país, arroja que, en 2019, antes de la pandemia Quintana Roo cerró el año con una producción de 12 mil 613 viviendas; para 2020 descendió hasta las 9 mil 526; en 2021 se mantuvo en 9 mil 577 y para 2022 disminuyó hasta la 8 mil 473, cifra que continúa en descenso en este 2024.
En el caso del sector de la construcción, esto ha derivado en la dramática disminución en la oferta de casas de interés social por debajo de los 700 mil pesos, lo cual se traduce en la escasez de oferta para más del 90 por ciento de los derechohabientes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Así lo reconoce el propio gerente estatal de crédito de Infonavit, Víctor Ducoing, quien aseguró que existen en Quintana Roo 120 mil colaboradores que ya cuentan con los puntos suficientes para tramitar un crédito de vivienda, pero el número de colocación de viviendas nuevas es mucho menor.
Trabajadores
Carmen Maldonado, que habita en la Supermanzana 318, menciona que prefiere pagar renta, pues es complicado reunir los puntos para ser sujeto de crédito para una vivienda en el Infonavit.
“He cotizado durante ocho años, en algún momento consulté si ya había reunido los puntos, sin que a la fecha lo haya logrado. Además, son créditos de por vida, a 30 años”.
Ante esta situación, comenta que le es práctico rentar una vivienda para ella y su hija, que aun es estudiante, antes de adquirir un crédito por una casa que este alejada de su centro de trabajo y más pequeña de lo que requiere.
En tanto, el señor Gustavo Cervantes, originario de Veracruz, en donde se desempeñaba en las corporaciones policíacas, comentó que, en ese cargo, no son sujetos a ningún tipo de créditos para vivienda por el alto riesgo laboral. Aunque hace año y medio que llegó a Quintana Roo y empezó a cotizar Infonavit.
“Si me gustaría reunir los puntos para una casa, aunque por lo que he visto, los desarrollos habitacionales de interés social están “en la selva”, por la parte norte de la ciudad, que me quedaría muy lejos de mi centro de trabajo, además son zonas inseguras y con carencias de servicios públicos”, comentó.
Por ello, dijo que le resulta más práctico rentar un departamento en la Región 95, en donde cuenta con todos los servicios y le queda cerca de su trabajo.
