Quintana Roo / Cancún

“Mafia del transporte” público en Cancún: Promesas políticas no van alineadas a favor de los ciudadanos

A pesar del crecimiento de Cancún, la problemática del transporte público no tiene solución ni mejora
Sólo cinco empresas dan el servicio, sufriendo las consecuencias los habitantes y turistas por ser deficiente y poco confiable / Mario Hernández

En pleno 2024 y a pesar de su renombre, Cancún, uno de los destinos turísticos más emblemáticos de México, enfrenta serios problemas en su sistema de transporte, el cual no logra satisfacer las necesidades de movilidad de su población.

A pesar de su crecimiento exponencial y la afluencia de millones de visitantes cada año, sólo hay cinco empresas que brindan el servicio, sufriendo las consecuencias los habitantes y turistas, quienes lidian con un transporte público deficiente y poco confiable.

Un análisis realizado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) señaló que la ciudad tiene un transporte desorganizado, deteriorado, inseguro y poco confiable, mientras que las empresas concesionarias incumplen condicionantes y pretenden incrementos en tarifas.

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Con el crecimiento de la ciudad fue necesario comenzar a trazar las rutas de transporte público para que los ciudadanos pudieran llegar a sus centros de trabajo y a otros puntos de la ciudad.

El transporte público en Cancún comenzó a desarrollarse a medida que la ciudad se transformaba en un destino turístico de renombre internacional. Con la apertura del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) en 1974, se hizo evidente la necesidad de un sistema de transporte que conectara a los visitantes con las diversas atracciones y servicios de la ciudad.

Este crecimiento inicial se centró en establecer rutas que facilitaran el acceso desde el Centro de Cancún hacia la Zona Hotelera, donde se encuentran los principales resorts y playas.

Ante este fenómeno surgió Turicun (Transportación Turística y Urbana de Cancún), la cual inició sus operaciones hace 40 años, al poco tiempo de la fundación de Cancún, posicionándose como la primera concesionaria en el creciente municipio; al poco tiempo se sumó Autocar, S.A. de C.V., con lo que en conjunto transportan a millones de pasajeros, estableciendo rutas de la ciudad a la Zona Hotelera, asegurando la conexión con destinos turísticos clave.

Desde sus inicios, el servicio estuvo dividido entre ambas, pero con la creciente demanda de transporte surgieron tres empresas concesionadas más y que operan en diferentes zonas: Sociedad Cooperativa de Autotransporte del Ejido de Alfredo Vladimir Bonfil (Bonfil), Sociedad Cooperativa de Transporte Maya Caribe (Maya Caribe) y Transporte Terrestre Estatal (TTE); esta última da servicio con miles de vans o combis, denominadas “la herencia Borgista”, ya que la empresa comenzó en la época del exgobernador Roberto Borge Angulo (2011-2016), quien actualmente está en prisión.

Actualmente, el pasaje tiene una tarifa oficial de 10 pesos, en la zona urbana, y de 12, en el tramo de hotelero, pero pretenden incrementar en cinco pesos.

Sólo estas empresas dan el servicio de transporte en Cancún, lo cual restringe el acceso a la competencia. Esta limitación hace que la industria del transporte favorezca posiciones de dominio del mercado y se explote mediante tarifas y niveles de atención para su beneficio.

Aunque existe servicio de taxis y transporte privado, estos suelen ser caros, especialmente para quienes no están familiarizados con las tarifas. La proliferación de plataformas de movilidad ha generado cierta competencia, pero, aun así, muchos usuarios se ven forzados a pagar precios elevados por un servicio que debería ser accesible.

La crisis en el sector repercute en la calidad de vida de usuarios. / Mario Hernández

Movilidad pública, un negocio político

A medida que Cancún sigue expandiéndose, el transporte público se convierte en un tema crítico en la agenda local. Sin embargo, las promesas de mejoras en este sistema parecen estar más alineadas con intereses políticos, que con las necesidades de los ciudadanos.

Con un crecimiento poblacional que supera los 911 mil 500 habitantes, la demanda de un transporte público eficiente es más urgente que nunca. No obstante, los usuarios enfrentan problemas cotidianos: autobuses sobrecargados, rutas insuficientes y horarios irregulares. Este contexto ha llevado a muchos a cuestionar la efectividad de las soluciones propuestas por las autoridades.

“El servicio de transporte en las zonas urbanas y turística de Cancún ha estado plagado de intereses económicos y políticos a lo largo de la corta historia de este destino”, consideró el abogado y exsíndico municipal, en el periodo de 2005 al 2008, José Luis Pineda Díaz.

Durante los últimos años, diversos políticos han prometido mejorar el sistema de transporte público, pero muchos apuntan que a menudo se desvanecen después de las elecciones.

José Luis Pineda Díaz comentó que “se ha intentado muchas veces meter al orden al ‘pulpo camionero’, pero ni se hace y además, ya tenemos otro tipo de problemas con las famosas TTE”.

La población requiere más rutas que abarquen otras zonas, así como horarios y vehículos óptimos / Mario Hernández

Agregó que desde la administración municipal, de la que formó parte, se presentó el Programa Integral de Movilidad que incluía regular el servicio del transporte urbano y crear carriles confinados en las principales avenidas de la ciudad, como José López Portillo, Bonampak, 20 de Noviembre y Uxmal.

Argumentó que la falta de orden y oportunidad para contar con otro tipo de transporte para una ciudad que se considera “la joya de la corona” en materia turística, se ha empañado por la incursión de empresarios o líderes de estos gremios de transporte, en la política.

Los gobernantes han utilizado a los empresarios o dirigentes en los procesos electorales a cambio de un puesto en el gabinete, lo que ha corrompido meter orden en el servicio, aseguró Pineda Díaz.

Además, mientras los ciudadanos no tengan la voluntad de presionar a los gobernantes para exigir un mejor servicio, se mantendrá “el pulpo” del transporte, como hasta ahora, consideró.

El exsíndico mencionó que Cancún requiere de un sistema ágil, seguro y en armonía con el medio ambiente. “Se debería contar con paradas de autobuses cada 600 metros y respetar horarios. Migrar a la tecnología de prepago para el uso de tarjetas digitales, además de contar con unidades modernas e inclusivas, para que las personas con discapacidad puedan acceder al servicio, situación que no actualmente no ocurre.

El análisis

La SICT dio a conocer un estudio, parte de un diagnóstico, según el cual, Cancún tiene un transporte desorganizado, deteriorado, inseguro y poco confiable, derivado principalmente por el esquema de hombre-camión que ha proliferado en el área.

El análisis del documento expuso que las velocidades de traslado, sobre las cinco avenidas principales, ronda entre los 15 y 20 kilómetros por hora, lo cual incrementa los tiempos de viaje de miles de personas que hacen uso del transporte colectivo, concluyendo que los viajes son de hasta dos horas, lo cual es extremadamente alto para la ciudadanía.

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¿Aumentarán las tarifas?

Pablo Gutiérrez Fernández, secretario general del Ayuntamiento de Benito Juárez, aseguró que tiene programada una tercera reunión con concesionarios de transporte público para discutir temas relacionados con la calidad del servicio y un posible aumento del pasaje. Los transportistas concesionarios entregaron hace unas semanas, un estudio técnico para justificar el incremento.

“Antes de pensar en una autorización para la tarifa del transporte público, tenemos que mejorar el sistema, lo que no significa sólo más unidades. Tenemos que optimizar el tiempo de traslado y el ordenamiento vial de la ciudad”, indicó.

El transporte en Cancún necesita una revisión profunda y urgente, pues no únicamente es esencial para la calidad de vida de sus habitantes, también para la experiencia de los millones de turistas que visitan la ciudad cada año. Con una planificación adecuada y un compromiso real de las autoridades, es posible convertir estas deficiencias en oportunidades de mejora que beneficien a todos.

Problemas evidentes

Otra situación que se enfrenta el municipio es el mal estado de las unidades, al encontrarse fuera de la normatividad vigente para circular, pues, además de estar deterioradas, rebasan los años de antigüedad.

El Reglamento para la Prestación del Servicio Público de Transporte Urbano de Pasajeros en Autobuses en Ruta Establecida en el Municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, en su capítulo V, estipula en el artículo 74 que “el servicio deberá prestarse en vehículos que no tengan más de 15 años de antigüedad. La vida útil se computará a partir de la fecha más antigua entre la facturación original y el año de su fabricación. La vida útil de los vehículos destinados a prestar el servicio en la Zona Hotelera del municipio será de 12 años como máximo”.

Esta situación propicia que la circulación del transporte con mayor antigüedad de la permitida aumente, ocasionando incomodidad e inseguridad en el servicio, por lo cual, la población opta por adquirir un vehículo propio a un bajo costo, sin importar el modelo, pues sólo es para satisfacer sus necesidades laborales, reducir el tiempo de traslado y por comodidad.

Como resultado del aumento vehicular, el problema de congestionamiento es evidente. Las avenidas con gran afluencia son 20 de Noviembre, Cobá, Carlos Castillo Peraza y Tulum, eje de comunicación entre el Centro y el boulevard Kukulcán, que conduce hacia la Zona Hotelera.

A pesar de las promesas electorales, los transportes siguen sin mantenimiento / Mario Hernández

Las vialidades primarias existentes son insuficientes para la demanda actual del centro de población de Cancún, al no permitir una adecuada conectividad con nuevas zonas urbanas en las colindancias Norte, Oriente y Poniente. Además, existe una deficiente movilidad urbana en sentido Norte-Sur, ya que sólo se cuenta con las avenidas Bonampak, Tulum, Kabah y Chac Mool.

La actual traza urbana es discontinua en algunas vialidades primarias o existen reducciones en su capacidad por disminución de las secciones; las vialidades secundarias de relevancia son las avenidas Nichupté y Yaxchilán, así como diversos circuitos del Centro. La aparición de transporte de carga pesada sobre vialidades primarias también interfiere con la movilidad de la ciudad.

Asimismo, es imperante considerar otros aspectos de menor urgencia, pero de igual impacto, como la ausencia de paradas de autobuses en la zona urbana y periferias, o que no estén debidamente localizadas ni que tampoco cuenten con el equipamiento necesario para soportar el clima, pues durante el trabajo de campo se observó que algunas avenidas del Centro no tienen la infraestructura apropiada; sin embargo, en la avenida Tulum, una de las principales, y en el boulevard Kukulcán, que conecta a la Zona Hotelera, sí poseen el equipo y la localización adecuados.

En esta última la infraestructura, los restaurantes y centros comerciales generan un ambiente social y físico diferente al del Centro urbano, cuyos problemas son distintos al transporte público.