Vecinos del Fraccionamiento Villas del Caribe de la Supermanzana 520, manzana 18, exigen a la empresa Aguakan que les resuelva un añejo problema por el derrame de aguas negras que está afectando a 36 casas de la zona, están hartos de los olores fétidos y de que la concesionaria no los tome en cuanta, pero que si les llegue puntal su recibo del agua.
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Los quejosos aseguraron que prácticamente llevan 25 días encerrados por temor a enfermase ya que en su calle habitan personas de la tercera edad, así como muchos niños y pese a la cantidad de reportes que se han hecho, hasta la fecha no les hacen caso.
“Ya nos cansamos de reportar a Aguakan, pero no hay respuesta, tenemos 25 días que salen las aguas negras en varios de los registros de la calle Casa Blanca, tenemos muchos reportes y ya estamos cansados porque no podemos estar viviendo así, vienen las lluvias, nos enfermamos y no nos parece justo que te cobren por un pésimo servicio, la peste está horrible… hace dos años pasó lo mismo, se taparon los registros, pero en esa ocasión si llegó rápido la atención de Aguakan, trajeron un cambión que succionó todas las aguas de los registros y santo remedio, pero ahora, ni sus luces”, aseguraron los afectados.
Agregaron que hay un registro por cada dos casas, es decir son 18 registros en esas calles, de los cuales al menos 6 presentan el problema, mencionaron que hasta el momento las aguas negras no se han metido a las viviendas, pero con las lluvias y posibles inundaciones, será cuestión de horas para que toda esa agua sucia entre en las casas.
Esta calle está pegada con la escuela “Raúl Anguas” y esa peste afectará a todos esos niños, sin mencionar que esa agua ya hizo caminito y sale hasta la avenida Nichupté, justo frente al batallón militar.
“Si queremos hacer un llamado a Aguakan para que vengan… tenemos que vivir encerrados y queremos que agilicen la situación, ya es justo, todos los vecinos ya reportaron y no nos hacen caso, se van a enfermar los niños y no es justo”, aseveraron.
Es importante mencionar que la empresa es una de las que más quejas acumula en la ciudad, por sus altos cobros, pero sobre todo por el pésimo servicio que ha brindado desde hace 30 años a los usuarios, llegando de manera impuntual a los llamados de la gente, pero en lo que sí son puntuales, es en el cobro de los recibos.