Empezó a sudar frío, a pesar de estar en un clima del Caribe. No sentía dolor, pero su cuerpo le indicó que algo estaba mal. Era un infarto, Carlos Gallardo Ortega, paciente que actualmente cuenta con 64 años, pero que a los 30 sufrió su primer ataque y el segundo a los 62 años, asegura que el estrés, mala alimentación, falta de ejercicio y tabaquismo fueron factores que lo detonaron. Él es uno de los afortunados que lograron sobrevivir a dos episodios de ataques al corazón; sin embargo, en lo que va del año en Quintana Roo, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVE) reporta que 683 personas no han corrido con la misma fortuna.
En la primera ocasión que a Carlos le dio el infarto vivía en Mérida, Yucatán, relata que empezó a sentirse “raro”, como si hubiera consumido demasiado café, con inicio de taquicardia, alterado. Con esos síntomas, decidió acudir a tomarse la presión arterial en una farmacia, ahí le advirtieron que mejor acudiera a la Cruz Roja para que le realizaran estudios porque por sus síntomas, podría ser el inicio de un paro cardiaco.
Terminó en una clínica de especialidades dado que contaba con un seguro de cobertura amplia, y ahí lo atendieron precisamente de un paro cardiaco. “Tuve mucha suerte, aunque estuve hospitalizado y luego tuve que cambiar mis hábitos alimenticios, hacer ejercicio, dejar de fumar y bajarle un poco al estrés”.
Pasaron los años- abunda- y un día otra vez empecé a sentirme mal. En esta ocasión ya vivía en Playa del Carmen, me fui al Seguro Social. La atención llegó hasta que le dije a la enfermera que me iba a desmayar. Cuando desperté, estaba en terapia intensiva. Había sufrido un segundo ataque al corazón. Estaba vivo, por fortuna”.
Ahora, debo tomar una serie de medicamentos, procurar mantener una sana alimentación, hago ejercicio y me mantengo lo más sano posible”, comparte al recomendar a la población en general a estar atentos a cualquier síntoma de malestar porque un paro cardiaco no siempre inicia con dolor en el pecho o en el brazo.
De acuerdo con el reporte del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVE), durante el primer semestre de este año se han reportado 251 personas con enfermedades del corazón, de ellos 160 son hombres y 91 mujeres,
Síntomas de paro cardíaco
Ante la presencia de síntomas indicativos de un paro cardíaco, se debe llevar a la persona de inmediato al centro de salud más cercano o llamar al número de emergencia, de acuerdo a los especialistas. Los principales síntomas del paro cardíaco son:
- Dolor intenso en el pecho en forma de presión, quemazón u opresión;
- Dolor fuerte en el pecho que va empeorando o que se irradia para la espalda, hombros, brazos, cuello o mandíbula;
- Falta de aire intenso con dificultad para respirar;
- Palpitaciones cardíacas acompañadas de dolor en el pecho y sensación de desmayo;
- Desmayo asociado a la falta de aire o dolor en el pecho;
- Dificultad para hablar de forma clara y/o dificultad para mover los miembros.
La doctora Alejandra García comenta que algunas personas con problemas cardíacos pueden experimentar dolor en el estómago, indigestión o acidez.
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La disminución del flujo sanguíneo al corazón puede causar dolor o presión que se irradia hacia la parte superior del abdomen, lo que puede confundirse con dolor estomacal.
Esto sucede porque un nervio del sistema nervioso central inerva varios órganos del cuerpo, ramificándose tanto en el corazón como en el estómago.
Para diferenciar los síntomas, las alteraciones gástricas normalmente se acompañan de eructos, hinchazón abdominal y exceso de gases, mientras que en las alteraciones cardíacas hay una sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar y dolor en los brazos o la mandíbula, por ejemplo.
GC