Cientos de niños recibieron ayer, Día de Reyes, juguetes y regalos, en un marco familiar, pero Alondra sólo obtuvo veladoras y un último adiós de su mamá, hermanas, familiares y vecinos, quienes por la tarde la llevaron al Parque Funerario. La menor fue asesinada a balazos, luego de ser utilizada como escudo humano.
Entre lágrimas de desconsuelo, porque nunca más la volverán a ver, Reyna, su madre, así como sus dos hermanas, de ocho y 19 años, la acompañaron a su última morada: un cubo de concreto de un metro por un metro, al fondo del Parque Funerario, ubicado en la Supermanzana 106, colonia Carabanchel. Sumado al dolor de la pérdida, los amigos y vecinos de la niña lamentan que el 11 de enero hubiera sido su doceavo cumpleaños, por lo que incluso algunos habitantes de la colonia Valle Verde le planeaban una pequeña fiesta.
Noticia Destacada
Alondra, la menor de 11 años asesinada en Cancún, había salido a comprar el desayuno
En menos de 15 días la delincuencia en Cancún cobró la vida de dos inocentes; el primero fue un niño de 10 años que perdió la vida en un ataque armado, en Navidad, en la avenida Chac Mool y 20 de Noviembre. Ambos casos cimbraron a la comunidad.
El pasado domingo, Alondra se encontraba en la fila para comprar el desayuno para ella y su familia, en la tienda Mary, de la colonia Valle Verde, a un kilómetro y medio de la avenida José López Portillo. A eso de las 11:00 de la mañana, un sujeto llegó al local.
Los vecinos narraron que el individuo tenía una actitud sospechosa, pues entraba y salía del negocio como desesperado. Según ellos, a unos metros estaba otro hombre, en una motocicleta tipo cross, quien lo “acechaba”. De un momento a otro, el joven, de 22 años, que ahora se sabe respondía al nombre de Omar, salió por última vez del minisuper.
En ese momento, el sicario prácticamente ya estaba en la puerta y le apuntó con un arma de fuego tipo escuadra, calibre .9 milímetros. Omar se giró y abrazó a la pequeña Alondra, quien nada tenía que ver en los problemas de ambos hombres, pero aun así fue víctima del ataque.
Según los vecinos, la intención de Omar era evitar que le dispararan, pues al parecer creyó que el sicario se compadecería de él al ver que tenía a una inocente entre sus brazos, pero no fue así; el gatillero disparó al menos seis veces contra ellos, para luego escapar.
Durante recorridos en la colonia Valle Verde, se obtuvo información que señaló que la familia de Omar, ya lo había expulsado de su casa en varias ocasiones, pues se metía en problemas.
A pesar de que los padres no querían ninguna relación con esa vida de delincuencia, el joven volvía a su vivienda, arrastrando conflictos con grupos criminales.
Vecinos también mencionaron, que la ola de inseguridad que se vive en la colonia se deriva por la falta de patrullajes, pues los robos, narcomenudeo y extorsiones a comerciantes prevalecen, pese a las denuncias realizadas ante las instancias correspondientes.
