Durante 48 horas, pacientes, personal médico y administrativos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no tuvieron acceso al servicio de agua potable para sanear las instalaciones, lavado de manos y sanitarios, lo cual fue un problema.
Rebeca Rosas, ciudadana, señaló: “Es el colmo la decadencia. Aparte de que no hay un buen servicio, esto puede provocar otras enfermedades, ya que mantener saneados los espacios es de suma importancia, con qué lavan los pisos, las sábanas o las manos”.
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A pesar de que una pipa llegó para solucionar el problema las primeras horas de ayer, el hartazgo de los derechohabientes fue notable, ya que esto se sumó a todas las deficiencias que este nosocomio ha presentado en los últimos años.
Claudia Hernández, paciente, expresó: “Por necesidad tuve que pasar al baño y la única palabra que se me ocurre para describir el lugar es asqueroso, lo que es un foco de infección y, lo peor, en un hospital donde se supone curas los males, no vienes a contraerlos”.
Además, ayer se registró una fila de 70 derechohabientes que manifestaron su enfado por la falta de citas para consultar a un especialista. Algunos refirieron llegar desde la madrugada para apartar un lugar, pero a la hora de hablar con el personal no los quieren agendar por “falta de espacio”.
José Guadalupe, uno de los afectados, dijo que desde hace tres semanas intentó consultar con un cardiólogo, pero sólo le dan largas.
Mariana Delgado, derechohabiente, indicó: “Cómo es posible que no haya un sistema formal para organizar los espacios, las mismas personas que llegan primero tienen que hacer los papelitos para saber quién entra primero. En mi caso busco una cita con el ginecólogo para control de embarazo”.
También manifestó el temor de no lograr la cita, ya que es un día de trabajo que perdió para acudir a la consulta.
Entre las excusas constantes que pone el personal médico es que las citas se deben hacer vía telefónica, pero al realizar la llamada les indican que es en la unidad médica más cercana, por lo que tienen que volver para recibir una negativa nuevamente.
Alejandro Ortega, paciente, aseguró que desde hace tres años la decadencia del hospital se agrava, pero a ellos les siguen cobrando la seguridad social.
Ahora, la mayoría son personas de la tercera edad, quienes tienen que estar de pie o en el sol, porque no hay una lona. Además, sólo están atendiendo en el turno matutino, de 9 a 13:00 horas, por lo que se quedan muchos sin recibir atención médica.
Desde el año pasado hay varias problemáticas en el ISSSTE Cancún, como la falta de consulta externa, nula atención de personas que requieren especialista, larga espera para una cita y, cuando por fin llega la fecha, son canceladas; no están en óptimas condiciones dos quirófanos, ni cuentan con tecnología para rayos X, sin que nadie responda ni brinde una solución inmediata.