
En la comunidad de Rancho Viejo, la escasez de transporte público ha convertido el simple acto de desplazarse en una verdadera odisea para la mayoría, si es que no todos los habitantes, siendo una problemática de su día a día.
Los residentes deben recorrer hasta 3 kilómetros para alcanzar la base más cercana y abordar las unidades disponibles, una situación que no solo afecta su movilidad, sino que también impacta negativamente en su calidad de vida.

Noticia Destacada
Desigualdad social: Habitantes de la zona continental de Isla Mujeres carecen de servicios básicos
La experiencia de José Luis
José Luis, un residente de la zona, comparte su experiencia diaria, que refleja las dificultades que enfrentan muchos en la comunidad. Debe caminar al menos 1 kilómetro para llegar a su casa, una distancia que se vuelve especialmente complicada en momentos de apuro. Su esposa se encuentra en mal estado de salud, lo que aumenta la preocupación por la falta de transporte rápido y seguro. En caso de emergencia, su única opción es contactar a su hijo o tomar un taxi, lo cual resulta costoso y complicado.
Por otro lado, el señor Antonio menciona que le toma aproximadamente entre 30 y 40 minutos caminar hasta su destino. Además, comenta que es complicado conseguir transporte público o un taxi, especialmente en situaciones de emergencia. También añade que si el conductor está de buen humor, puede acercarlo un poco más a su destino.

El costo del transporte alternativo
El costo de un taxi puede variar entre $400 y $700 pesos, y el viaje al hospital suele tomar entre 40 y 50 minutos. Esto no solo es un gasto significativo para las familias, sino que también pone en riesgo la salud de los pacientes debido a los tiempos de respuesta. Además, solo hay un transporte que llega hasta la zona, el cual se encarga principalmente de recoger y llevar a los estudiantes a la escuela.
La situación en Rancho Viejo es un reflejo de la grave deficiencia en el servicio de transporte público en la zona. Es imperativo que las autoridades locales aborden este problema con urgencia, implementando soluciones que mejoren la accesibilidad y la eficiencia del transporte público. Esto no solo beneficiaría a los residentes, sino que también contribuiría a mejorar su calidad de vida y a garantizar un acceso oportuno a los servicios de salud y educación.