Quintana Roo / Chetumal

Continúan las quejas de los chetumalenses por el mal estado y el abandono en el que se encuentra la carretera federal.

De nueva cuenta la ciudadanía denunció el mal estado en que se encuentra la carretera federal, en esta ocasión es el tramo que va de la cabecera municipal de Bacalar hacia la comunidad de Limones, toda vez que presenta múltiples cuarteaduras y en algunos puntos ya se han vuelto hundimientos a causa del constante tránsito vehicular.

Esta situación preocupa en demasía a los conductores, pues los expone a ser víctimas de accidentes carreteros debido a que no existen señalamientos que alerten sobre las condiciones en que se encuentra la vía, por lo que cuando llegan a los puntos críticos cuentan con poco margen de maniobra, lo cual puede propiciar un choque por intentar librar los baches.

Los ciudadanos exigen que las autoridades acudan a arreglar la carretera antes de que ocurra algún suceso grave, ya que hasta el momento no se ha tenido registro de accidentes mortales en ese tramo carretero, a pesar de la peligrosidad, por lo que están a tiempo de evitar que suceda una tragedia ante estas “trampas mortales”, como las han denominado los automovilistas.

Cabe recordar que en múltiples ocasiones los conductores que viajan de manera frecuente han señalado diversos tramos de la carretera federal en los que se encuentran desperfectos que llevan mucho tiempo sin ser atendidos, pero las autoridades de los tres niveles de gobierno han hecho caso omiso; aunque en este caso le corresponde al gobierno federal.

Recientemente, apenas el fin de semana pasado, habitantes de la Ribera del Río Hondo reportaron la presencia de tierra y escombro en la carretera de la zona cañera, derivada de un deslave por las lluvias recientes, que llevaban días en el lugar sin que el personal de Protección Civil del estado se presentara para removerlas, aun cuando se trata de una situación igualmente peligrosa que fácilmente puede ocasionar accidentes letales.

Por medio situaciones como las mencionadas, se percibe el gran desinterés que demuestran las autoridades municipales, estatales y federales respecto al mal estado de las carreteras, sobre todo, a pesar de que el paso de vehículos de carga a diferentes tramos de Quintana Roo se volvió una constante durante la construcción de la mega obra ferroviaria y ello desgastó el asfalto sobremanera; más pronto del tiempo en que ocurriría con el tráfico habitual.