Ante la falta de playas habilitadas para personas discapacitadas, asociaciones civiles se han dado a la tarea de impulsar el desarrollo de una playa inclusiva en la zona sur del estado. Sería la primera de su tipo en la región.
De acuerdo al presidente de la Asociación Civil Unificación Integral Quintanarroense, Cristian Muñoz Castillo, actualmente no existe un espacio de este tipo que abra las puertas a que las personas con discapacidad puedan disfrutar de las riquezas naturales de la entidad, área donde se garantice su comodidad y seguridad.
A pesar de que en el municipio de Othón P. Blanco habitan aproximadamente 28 mil personas con discapacidad, se sigue careciendo de una infraestructura óptima y moderna que garantice la integración y movilización de este sector de la población.
En este sentido, Muñoz Castillo explicó que ha presentado el proyecto con los ejidatarios de Calderitas, donde actualmente se lleva a cabo una remodelación que posibilita un acondicionamiento para las personas con discapacidad y, aunque tienen el visto bueno de ellos, falta que conocer si se contará con el apoyo del Ayuntamiento.
"Ya contamos con el aval de los ejidatarios y sólo falta determinar si el ayuntamiento capitalino apoyará y hará las gestiones necesarias para concretar el proyecto a favor de este sector vulnerable", dijo.
En la región de Bacalar y Othón P. Blanco no se cuenta con playas o balnearios que estén habilitados para recibir a las personas con discapacidad, consecuentemente, tampoco garantizan la seguridad de su traslado en las instalaciones, lo cual podría incurrir en carencias que atentan contra la inclusión social de este sector vulnerable.
En caso de salir adelante el proyecto de la playa inclusiva en el ejido de Calderitas, sería la primera de su tipo en la zona sur de Quintana Roo. Un primer avance para impulsar medidas que en la zona norte, donde ya hay espacios habilitados y equipados apropiadamente, con el objetivo de fomentar la integración y la equidad en áreas públicas.
Lo que ayudaría a miles de personas con discapacidad, así como a adultos mayores que presentan una movilidad reducidas, que habitan en la región.