La zafra 2023-2024 concluyó el fin de semana pasado con un periodo de extensión de al menos 60 días, en las que únicamente se pudieron recolectar un millón 533 mil toneladas y se tuvieron que dejar en los campos más de 127 mil toneladas de caña de azucar que ya no pudo ser cosechada en el tiempo extra asignado a los industriales de la Ribera del Río Hondo.
Durante la presente temporada, los cañeros tuvieron que sortear una serie de complicaciones, la primera antes de iniciar con el corte de la caña fue la falta de personal, debido a que de los más de 3 mil cortadores que se requerían para esta labor, únicamente pudieron conseguir el 50%, pero el día del inicio de los trabajos, sólo la mitad asistieron, es decir, 750.
Ante ese panorama decidieron emplear cortadoras automáticas, pero entonces llegó el “temporal” que inundó los campos e impidió que los pesados vehículos pudieran acceder de manera directa hacia lo que provocó un retraso en el corte de la vara dulce.
Durante los siguientes meses, la escasez del personal y la falta de maquinaria provocó que el corte se fuera retrasando, hasta que las agrupaciones cañeras decidieron extender la zafra que debía culminar en mayo y ampliar el plazo por 60 días más, pues había una gran cantidad de la vara dulce en los cañaverales, lo que impactaría de manera negativa de los propios productores.
Benjamín Gutiérrez Reyes, dirigente en Quintana Roo de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), aseguró que 127 mil toneladas de caña se quedaron en los campos, pues al vencer el plazo de 60 días que habían acordado con los propios industriales, sólo se lograron recolectar un millón 533 mil toneladas.
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Según explicó, el pasado 27 de julio se cerró la cosecha con un volumen de molienda de un millón 533 mil toneladas entregadas en batey del ingenio San Rafael de Pucté, con 103.997 de Kilo de Azúcar Recuperable Base Estándar (KARBE) que le da un precio a la tonelada de caña de mil 191 pesos de pago a los industriales.
Los productores esperan que en las próximas semanas se pueda obtener el remanente de la liquidación y entonces comenzar a prepararse para la temporada 2024-2025, tomando en cuenta los factores que los retrasaron en este año para evitar que un escenario como el ocurrido durante este se vuelva a repetir y se generen pérdidas.
Respecto a las 127 mil toneladas de caña que aún se encuentran en campo, los productores aún buscan la manera en la que se puedan utilizar y no perderlas, pues también representaron en su momento una inversión.
GC