Las colonias de Chetumal han empezado a ver un poco de luz al bajar los niveles de agua que las inundaron durante poco más de tres semanas. Las lluvias que abrieron la temporada hace tres semanas fueron más catastróficas que el mismo Huracán Beryl para los chetumaleños, dejando una estela de incertidumbre y desolación en muchas familias que perdieron prácticamente todo debido a los niveles de agua que ingresaron a sus viviendas.
Poco a poco, la madre naturaleza y la ciudadanía han buscado la manera de disminuir los niveles de la inundación. En casos como la Unidad Deportiva del Tec de Chetumal, que recibió toda la descarga de la colonia Magisterial, Avenida Insurgentes, y la colonia Andrés Quintana Roo, el nivel del agua llegó a estar casi por el metro de altura. Sin embargo, unas semanas después de las lluvias, el nivel ha disminuido y actualmente están absorbiendo lo poco que queda del agua que se acumuló en Chetumal durante las lluvias atípicas nunca antes registradas en esta capital.
En colonias como la Andrés Quintana Roo, muchas familias fueron afectadas cuando el nivel del agua empezó a entrar en sus viviendas, ocasionando desesperación y angustia porque no pudieron resguardar sus pertenencias a tiempo y terminaron perdiendo varios artículos y documentos personales.
La colonia que resultó con mayor afectación en cuanto al número de personas fue la Fidel Velázquez, ya que en la gran mayoría de las viviendas el agua entró hasta inundar prácticamente todo, desde la entrada hasta el patio, pasando por habitaciones, cocinas y hasta el baño, donde empezaron a salir aguas negras, ocasionando problemas más complicados para la gente que intentó sacar el agua.
Sin embargo, tuvieron que esperar a que las lluvias fueran cediendo poco a poco para comenzar a desalojar el agua acumulada, especialmente en la calle Tela con Faisán, que se convirtió prácticamente en un río desbordado, acumulando toda la vertiente de las colonias de Emancipación, Payo Obispo, y la calle Javier Rojo Gómez, que están por arriba de la Fidel Velázquez y desembocan en esta, propiciando la inundación constante. Los vecinos comentaron que las quejas añejas continúan sin una solución hasta el momento.
En la colonia Nuevo Progreso también se sintió fuertemente el aguacero, pero hoy, ya con más calma, pueden ver que el agua ha bajado su nivel y empiezan a retomar su vida como acostumbraban antes de la inundación. De igual manera, sucede en colonias como el Fraccionamiento Caribe, Américas, El Paraíso, San Fernando y Bicentenario, donde el nivel del agua va descendiendo y, aunque todavía no se ha secado del todo, ya permite a la ciudadanía realizar sus actividades tanto laborales como recreativas.
Es importante resaltar que durante más de dos semanas, varias brigadas, tanto del municipio como de los jóvenes cadetes de la Policía Estatal y la misma ciudadanía, se dieron a la tarea de limpiar las alcantarillas que estaban rebosando de basura y toneladas de lodo. Gracias a esto, varios puntos que antes eran zonas de inundación hoy tienen una mayor fluidez del agua en los días de lluvia que se presentaron el fin de semana.
GC