El sismo de magnitud 7.6 ocurrido el sábado en el mar Caribe causó desprendimientos menores en los acantilados de Punta Sur, afectando principalmente el tramo de la vía perimetral, a la altura de la planta de tratamiento de aguas residuales. Debido a este incidente, Protección Civil cerró el acceso vehicular durante varias horas para realizar una evaluación de seguridad y evitar mayores riesgos para los conductores y turistas.
El desprendimiento de rocas en este punto específico, que ya había sufrido daños durante el paso del Huracán “Helene” en septiembre de 2024, obligó a las autoridades a restringir el paso. La ruptura de la carretera en ese sector aún no ha sido reparada, a pesar de los reclamos constantes de los usuarios.
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La vía fue reabierta al mediodía, luego de que el personal de Protección Civil concluyera que no representaba un peligro inminente, aunque se indicó que se programará una obra de reforzamiento del acantilado, sin especificar una fecha de inicio.
El cierre temporal generó inconvenientes, especialmente para los residentes y trabajadores de la zona sur de la isla, quienes tuvieron que hacer un desvío de entre tres y cuatro kilómetros para llegar a sus hogares. Además, se suspendió el servicio de transporte urbano en esa área, complicando aún más el desplazamiento de los vecinos.
Los afectados expresaron su malestar por la falta de acción de parte de las autoridades ante la situación, ya que el daño en ese tramo vial se había reportado meses atrás y aún no se ha tomado una decisión sobre el inicio de la obra. La afectación había sido causada por el Huracán “Helene”, el 25 de septiembre de 2024, y la comunidad se mostró frustrada por la demora en la reparación, especialmente considerando que en los meses posteriores hubo periodos sin lluvias.
Algunos trabajadores de la planta de tratamiento de aguas residuales también tuvieron que recorrer hasta cuatro kilómetros adicionales durante el cierre, lo que dificultó el acceso al sitio de trabajo y el retorno a sus hogares. Los empleados de la obra de reforzamiento, que se esperaba que comenzara antes de la temporada alta de turismo, también expresaron su desacuerdo con la justificación de la falta de avances debido a “malos tiempos”, ya que hubo semanas sin lluvias en octubre y noviembre.
Óscar Tobías y Alfredo Pérez, vecinos de la zona, criticaron lo que consideraron una “irresponsabilidad” por parte de los Gobiernos estatal y municipal al no atender el deslave de manera oportuna, lo que, según ellos, provocó contratiempos innecesarios. Señalaron que, aunque antes se atribuían las demoras a cuestiones políticas, ahora siguen enfrentando los mismos problemas sin respuestas claras.