Los desprendimientos de roca en los acantilados de la parte Sur y Centro de la ínsula son constantes; el último ocurrió en el Parque Escultórico.
Se redoblaron las medidas de seguridad para evitar accidentes en este punto; sin embargo, no existe un plan oficial para contener la erosión, reconocieron los trabajadores de vigilancia.
Por su parte, los prestadores de servicios turísticos hicieron un llamado a los candidatos a la Alcaldía de Isla Mujeres, Regidurías y sindicatura, así como a las diputaciones, para que presenten un proyecto de reforzamiento de los acantilados del Parque Escultórico, a fin de conservar la superficie actual, de 30 mil metros cuadrados en promedio, desde el parador turístico hasta el predio colindante que acaba de rescatar el Gobierno municipal.
Expusieron que el único trabajo de fortalecimiento de los acantilados se realizó en 1999, en la base del Observatorio Maya, que en ese entonces estaba a punto de colapsar. De acuerdo con una reciente inspección de especialistas, la tecnología aplicada, ha resistido bien el paso de varios meteoros, entre ellos el Huracán Wilma, en 2005.
Los touroperadores propusieron que se replique el proyecto para fortalecer los cuatro kilómetros de acantilados del lado Este de la ínsula, así como otros segmentos, incluyendo 650 metros de Punta Sur y 3 kilómetros de vía y zona habitacional de la colonia Meteorológica, desde la Estación de Transferencia de Residuos Sólidos hasta después de la capilla Guadalupe.
El desprendimiento de roca ocurrió por el lado Oeste del Parque Escultórico, cerca del acceso de visitantes del Parque Garrafón, confirmaron los vigilantes.
Pero por el lado Este se ha registrado el mayor número de derrumbes de rocas en las últimas décadas, dijo un extrabajador de la Capitanía de Puerto, que vigilaba el faro de la parte Sur.
Otros desprendimientos
En los últimos dos años también han ocurrido desprendimientos por el malecón Caribe, en el antiguo hangar del aeropuerto y por las oficinas del Poder Judicial, recordaron los vecinos que han atestiguado la caída de rocas de varias toneladas de peso.
Ambos puntos están dentro del proyecto que esbozó la Dirección de Obras Públicas del Gobierno municipal en 2020, cuando propuso el apoyo federal para conectar el malecón Oriente con el mirador de la Salina Chica, y así contar con un bulevar de casi tres kilómetros de largo.
Si se insiste en este plan se resolverían los problemas de los acantilados del tramo Norte, pero quedaría pendiente la parte central, de 4 km, y la Zona Sur.
No se ha cuantificado la inversión para toda esta propuesta; sin embargo, no se descarta que sea arriba de 100 millones de pesos, según algunos funcionarios que evaluaron el plan general del 2020.
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GC