El conflicto entre los dos grupos de ejidatarios dentro del núcleo agrario de Kantunilkín, que se han centrado en su confrontación, ha apartado a los involucrados de sus responsabilidades de vigilar los recursos naturales. Esto permitió el aumento de la cacería furtiva y la tala ilegal de madera, lo que afecta a los recursos naturales del ejido, señalaron los comuneros de la localidad.
Por la falta de vigilancia, en las redes sociales se promueve todos los días la venta de carne de venado, jaleb y jabalí, tanto fresca como en pib, un modo de supervivencia que han encontrado algunas personas en la cacería furtiva. Además, el corte ilegal de madera sigue realizándose, y a pesar de los reportes de los campesinos, quienes se ostentan como comisariados no están respondiendo a las denuncias, afirmaron.
Ejidatarios de este núcleo agrario, quienes pidieron el anonimato para evitar controversias con las supuestas autoridades o con los cazadores furtivos de la localidad, añadieron que es preocupante observar de manera constante cómo se promueve la venta de carne de animales silvestres en las redes sociales.
Incluso se observa que son animales pequeños los que se cazan para vender, y no para consumo propio. Es costumbre local que cuando un campesino va a su milpa y se encuentra con alguno de estos animales, los caza para alimentar a su familia, evitando también que afecten sus áreas de cultivo.
Sin embargo, actualmente se vive una cacería descontrolada, debido a la falta de vigilancia por parte de las autoridades ejidales. Incluso personas ajenas al núcleo agrario están aprovechando los recursos naturales con la caza constante de especies como venados, jaleb o jabalí, para venderlas, adoptando este modus vivendi y afectando gravemente los recursos naturales.
Añadieron que el conflicto interno entre Fidel Pool Cauich e Isidro Chuc, quienes se ostentan como comisariados ejidales de Kantunilkín, ha dividido al núcleo agrario. Esto los ha llevado a concentrarse en sus asuntos personales, lo que ha permitido que los cazadores furtivos aprovechen esa falta de interés y vigilancia para actuar libremente.
Externaron que ahora que se acerca la temporada de sequía, los animales silvestres se acercarán más, lo que incrementará la caza furtiva. Además, alertaron sobre el aumento del riesgo de incendios, ya que en años anteriores fueron provocados por fogatas que los cazadores furtivos no apagaron completamente.
Además de la cacería furtiva, se ha registrado un aumento en la tala ilegal de madera en la selva del ejido, precisamente porque no hay vigilancia por parte de quienes se ostentan como autoridades ejidales. Por ello, hicieron un llamado a instancias como la Profepa.