Los obreros despedidos de la megaobra del Tren Maya se han convertido en habitantes itinerantes, durmiendo en lugares improvisados, como debajo de puentes y jardines públicos, tal es el caso del parque “Lázaro Cárdenas”, en la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, donde más de 500 trabajadores se reúnen en espera de ser contratados.
La situación laboral ha puesto de manifiesto problemas de discriminación y vulnerabilidad entre estos trabajadores, quienes reportan ser objeto de revisiones constantes por parte de las autoridades. Según ellos, estas “revisiones de rutina” son una fuente de incomodidad y temor, ya que los agentes ingresan al parque cada media hora, revisando, incluso, lo que llevan en sus carteras.
Estos trabajadores a menudo enfrentan condiciones laborales precarias, salarios bajos y falta de beneficios sociales, sobre todo aquellos que no cuentan con sus documentos completos o son de Centroamérica, como Honduras, Guatemala o El Salvador, por mencionar algunos países.
Al arribar al parque y tratar de hablar con alguno de los trabajadores que llegan, y que alrededor de las 9 de la mañana ya quedan unas decenas de ellos en espera de “agarrar jale o tramo” con algún contratista, se amontonan como abejas a la miel ofreciendo su mano de obra más barata que sus compañeros, sólo por tener algo para comer en el día.
Jaime, de Honduras, dijo que su mujer e hijos son mexicanos y se encuentran en el norte del país. Como maestro albañil, pintor, masillero, incluso en instalación de tablarroca, sus ingresos, por falta de documentación, son desde 3 mil a 5 mil pesos semanales y la mitad se la envía a su familia.
“Si estuviera naturalizado les daría mejor vida con los ingresos que podría tener ya que soy muy bueno en lo que hago”, comentó mientras estaba atento a los demás grupos de trabajadores cercanos, “no vaya a ser que caiga el tramo y me dejen fuera”.
Jarochos, tabasqueños, campechanos y chiapanecos, reunidos en el parque como centro de contratación, dijeron que de cada 100 de ellos 30 no cuentan con su documentación completa y de esos, al menos dos son de otros países, “desconocemos en dónde o con quién hacer el trámite y que nos apoye con nuestros documentos”, comentaron.
Al no contar con sus documentos al día, explicaron, es más difícil tener un “tramo seguro” ya que los contratistas los “machetean” en el pago por “no estar regulares”, es decir, tener su INE y CURP actualizado, así como su situación fiscal que requieren las empresas constructoras que tienen contrato en hoteles como Mayakoba, Iberostar, Vidanta, Playacar, entre otros.
Ser trabajador de recién ingreso a la ciudad es complicado, dijo Antonio, de Simojovel, Chiapas, ya que desconocen los requisitos que tienen que dar, algunos no cuentan con acta de nacimiento y salieron del rancho ganando apenas mil 500 pesos semanales y fueron invitados por familiares para “pegarle a los 3 mil semanales”, en la ciudad.
Otro chiapaneco, de San Cristóbal, Felipe, comentó que los días de pago son un problema, porque la policía los acosa y al hacerles revisión les arrebatan la cartera y les sacan el dinero que llevan adentro, bajo amenaza de llevarlos detenidos por deambular en la vía pública, atentando así al libre tránsito constitucional y a la ilegal revisión de pertenencias personales.
“Sí nos tomamos nuestros refrescos, jefe, no lo vamos a negar, pero es que después de la chinga de la semana, es justo y necesario darnos uno de los pocos gustos que tenemos y, por qué no, frente a la playa, somos mexicanos y es nuestro país, es nuestro derecho disfrutarlo”, comentó Felipe.
Normalmente andan en grupos de tres, por si requieren subir a un taxi y si el taxista los deja subir, o de hasta cinco, si es que se van caminando a donde ellos deciden, de preferencia entre familiares para estar más en confianza, compran lo que pueden y en estos primeros días del año, al no haber trabajo, hasta piden un apoyo a la gente que pasa para un taco y refresco a cambio de ir a pintar o chapear las casas.
Están en espera de que baje un poco más la temporada alta y los hoteles decidan abrir los tramos para remodelación que es cuando van a poder equilibrar su economía y enviar algo para sus casas, mientras tanto, son presa fácil de contratistas que les machetean el salario y de un grupo de policías que se los arrebata.