Alrededor de las 02:30 horas, ocho supuestos policías encapuchados y con casco, incluyendo una mujer, ingresaron sin permiso al balneario ejidal de Huay-Pix para revisar a tres personas; los uniformados se llevaron dos celulares y dinero en efectivo, y al retirarse los amenazaron que si se acercaban “la pasarían mal y les harían algo”, para luego retirarse entre la oscuridad, informó el velador de dicho balneario, Marco Antonio Jiménez Ramírez.
El denunciante y velador del balneario explicó que el local estaba cerrado a esa hora, cuando arribó una patrulla con los presuntos elementos policiacos.
Dijo que los supuestos guardianes del orden ingresaron al restaurante sin permiso, puesto que iban a revisar a dos personas que estaban en el interior, terminando siendo revisado y agredido también el velador, quien recibió un “cachazo”.
Precisó que sometieron a las dos personas pidiéndoles sus documentos, pero los presuntos elementos policiacos nunca señalaron el motivo de la revisión, pero además se llevaron dos celulares, la tarjeta de circulación de un vehículo, así como dinero en efectivo.
Jiménez Ramírez aclaró que las personas por las que presuntamente fueron los supuestos “policías encapuchados”, recibieron cachetadas y golpes en la cabeza, tanto en el interior del local como afuera, a lo que el denunciante dijo desconocer el motivo.
Posteriormente, al retirarse los presuntos policías encapuchados amenazaron a la gente del local, expresándoles que “si salían les harían algo”, ante ello el entrevistado expresó que acudirían a la Fiscalía para interponer una formal denuncia, refiriéndose entre ellos hacia su líder, como “El Negro”, en tanto que el elemento que se llevó el dinero dijo ser de sexo femenino, finalizó.
Por otro lado, al momento en que los reporteros de esta casa editorial realizaban la entrevista al presunto agraviado, elementos de la Policía Quintana Roo a bordo de una patrulla marcada con el número 0099 llegaron frente al balneario ejidal.
Según los policías acudieron a ese lugar para atender el reporte de un supuesto robo.
Por Moisés Omar Soto Suárez