Al norte del municipio de Bacalar, cerca de la comunidad de Lázaro Cárdenas, entre el viernes 8 de octubre y el domingo 10 fueron encontrados tres cuerpos embolsados, uno de éstos, con mensaje amenazador clavado en el pecho. Aparentemente, la delincuencia organizada utiliza los caminos rurales y brechas de esta demarcación para tirar cadáveres, en lo que parece una lucha de criminales por el control de la zona.
En lo que va del año, once cuerpos han sido encontrados en comunidades de este municipio, en medio de una crisis de violencia que afecta a la Zona Sur de Quintana Roo. Los hechos delictivos de esta naturaleza iniciaron en febrero y se intensificaron en junio, cuando hubo cinco hallazgos.
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De los 11 cuerpos encontrados, uno corresponde a una mujer, otro a un menor de 17 años y los nueve restantes a hombres de edad mediana. En un par de los hallazgos fueron dos personas.
El primero de estos hechos ocurrió el 19 de febrero, en la comunidad de San Isidro La Laguna, en la zona rural, al poniente de Bacalar, donde autoridades policiales encontraron el cadáver de un menor de edad.
Aparentemente se trató de un ataque armado contra este joven, ya que el cuerpo presentaba dos impactos de bala que le arrebataron la vida de manera instantánea.
El segundo hecho fue el pasado 15 de abril, cuando autoridades policiales localizaron una ambulancia de la empresa Hearts, en la periferia de Buenavista, al norte de la ciudad de Bacalar, sobre la carretera federal.
En el interior del vehículo de rescate había dos cuerpos, ambos paramédicos de Playa del Carmen, así como una caja con aproximadamente un kilogramo de marihuana y un arma AK-47 sin balas.
Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chetumal y luego enviados a Playa del Carmen. Meses más tarde, el propietario de esta empresa de ambulancias se suicidó en la ciudad de Mérida.
El tercer hecho de este tipo ocurrió el 10 de junio, en el cual se dio la mayor incidencia de estos hallazgos en el décimo municipio.
Esa fecha fue hallado un sujeto sin vida en la cajuela de un automóvil Ford Focus rojo, se trataba de J. F. S. M., de 31 años, originario de Chetumal, quien había sido reportado desaparecido días atrás.
El automóvil se encontró en una brecha cercana a la comunidad de Miguel Hidalgo, en la zona rural de este municipio, dando inicio a uno de los meses más sangrientos de esta demarcación.
Para el 14 de junio, el cuerpo de una mujer que había sido reportada desaparecida fue encontrado envuelto en una colchoneta, en un basurero clandestino cercano a la comunidad de Buenavista.
Aparentemente ésta desapareció con dos sujetos en la ciudad y fue encontrada sin vida tres días después, en lo que aparentemente fue el primer feminicidio del año en Bacalar.
Para el 18 de junio, un cadáver descuartizado y en una bolsa fue encontrado a escasos kilómetros de Buenavista; el cuerpo se encontraba a la orilla de la carretera y en aparente estado de descomposición; los restos humanos no han sido identificados.
El 21 de junio, en una sascabera ubicada entre El Cedralito y Sinaí, en el poniente de la Zona Rural de Bacalar, fue encontrado un cuerpo decapitado; habitantes de estas comunidades se dieron cuenta de los hechos cuando pasaban por este lugar y sintieron un olor fétido.
Al acercarse vieron el cuerpo, de inmediato avisaron a las autoridades policiales. Las investigaciones continúan y todavía no aparece la cabeza.
Los hechos delictivos no pararon y al día siguiente, el 22 de junio, hallaron en un basurero clandestino cercano a la comunidad de Buenavista un cadáver quemado y enterrado de manera parcial.
El cuerpo fue descubierto por habitantes del lugar, quienes vieron una mano salir de entre los escombros, al acercarse notaron el cadáver incinerado; elementos del Semefo llegaron al sitio y trasladaron los restos humanos a Chetumal.
Los hechos de esta naturaleza cesaron por un tiempo; sin embargo, en octubre, para ser más precisos el 8, habitantes de la comunidad de Lázaro Cárdenas hallaron dos sujetos embolsados en un lote baldío cercano al cementerio.
Uno de los cuerpos tenía un mensaje amenazador clavado con una navaja en el pecho. Una de las personas localizadas fue privada de su libertad horas antes en la comunidad de Huay-Pix, en el municipio de Othón P. Blanco.
El último hallazgo ocurrió apenas 10 de octubre, en una brecha a 10 kilómetros de la comunidad de Lázaro Cárdenas en la vía corta a Mérida, fue encontrado, embolsado, el cadáver de una persona; se encontraba en aparente estado de descomposición.
Se especula que estos delitos estén relacionados con el crimen organizado que opera en este municipio, en los que parecen ser ajustes de cuentas.
Han sido identificados
El cadáver encontrado dentro de una bolsa a diez kilómetros de la comunidad de Lázaro Cárdenas fue identificado como Joel Aragón González, el sujeto era habitante de la comunidad de Mahahual y estaba desaparecido desde el pasado 29 de septiembre; fue visto por última vez cuando se dirigía a Bacalar.
Los reportes periciales señalan que esta persona tenía aproximadamente 10 días de haber perdido la vida, aparentemente esta zona es utilizada por grupos delictivos para deshacerse de los cuerpos, sin que las autoridades policiales puedan percatarse del hecho.
Familiares de Aragón González identificaron el cuerpo la noche del pasado domingo, en las instalaciones del Semefo de Chetumal; la ropa que tenía el cadáver coincidía con la de la víctima.
A pesar de que los familiares reconocieron plenamente las prendas, por protocolo del Semefo se tomaron muestras de ADN para hacer una identificación mediante material genético.
Peritos realizan los estudios pertinentes para determinar la causa de su muerte, pues no se sabe con precisión cuál pudo ser o si hubo violencia al perder la vida.
También fue identificado como H. O. A. M. el cadáver encontrado el pasado 8 de octubre en un terreno baldío cercano al cementerio de la comunidad de Lázaro Cárdenas, según lo informado por autoridades ministeriales, el sujeto es de la comunidad de Bacalar y habría sufrido una privación de la libertad el 7 de octubre, a las 23:00 horas, en Ucum.
Aparentemente los plagiadores, después de apoderarse de esta persona, se dirigieron a Huay-Pix y perpetraron la otra privación contra Emilio “Z”, exagente ministerial; ambos cuerpos fueron encontrados horas más tarde.
La principal línea de investigación de los hechos recientes es el ajuste de cuentas por parte de células delictivas que operan en el Sur del Estado.
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CG