El atleta puertorriquense de alto rendimiento Santiago Márquez, quien el fin de semana pasado participó en las competencias de Ironman 70.3 de Cozumel 2021, tuvo un mal sabor de boca al momento de despedirse del polo turístico, pues resulta que al ingresar a las instalaciones de la terminal número tres del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) se dio cuenta que había olvidado su celular en el taxi donde se traslado, por lo que al tratar de localizar al conductor, este ya no respondió al llamado quedándose con el equipo móvil.
Santiago quien tenía que trasladarse de regreso a su país de origen después de unas difíciles competencias, comentó que utiliza dos celulares, el de su trabajo y propio, por lo que sin darse cuenta olvidó uno de los dispositivos en la unidad donde se trasladó, sin embargo, el conductor que le dio servicio de Playa del Carmen al aeropuerto no contestó las llamadas que este le realizó, mientras que su celular ya había sido apagado.
“Mi celular siempre lo cargo en mi mochila, por andar mandando unos mensajes ya no me fije si lo resguardé bien. Estoy muy seguro de que el taxista que me dio su servicio ya se lo quedó, pues le llamé a su número de servicios y no me contesta, mientras mi móvil ya fue apagado”, comentó el atleta.
Apuntó: “Le estoy mandando mensajes a mi hermana para que me ayude a rastrearlo, ya tiene mis contraseñas y todo pero me dice que en carretera ya no hay avances del GPS de mi celular, pues solo se quedó en un punto fijo cerca del aeropuerto”.
El atleta destacó que no tenía ningún problema con dar recompensa al conductor, pues el error fue de él mismo por no fijarse al momento de bajar sus maletas, sin embargo, se le hizo de mala educación que se quedara con el equipo móvil, sabiendo que no era de él y teniendo conscientemente a quien se le cayó.
“Lo que más me interesa de mi celular es la información que poseía ahí, no es tanto por lo material, al rato voy y compro otro. Me imagino que ese trabajador que me atendió jamás ha tenido un celular de alta gama como el mío, pues es obvio que le gustó tanto que hasta lo apagó para quedárselo, pues sino ya me hubiera contestado ya que siempre lo tengo en volumen de llamada”, exclamó.
A pesar de que el atleta tuvo una mala experiencia con le mencionados taxistas, reveló que volverá el siguiente año para realizar su quinta participación en el IronMan, esa vez con más cuidado y prestando atención tanto en las placas, nombre del operador y número de taxi, pues aceptó que por no estar atentó le sucedió la mala fortuna de perder un accesorio valioso para él.
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JCL