Colectivos mostraron su inconformidad en redes sociales contra las autoridades de la Fiscalía General del Estado, luego de confirmarse el hallazgo de los restos del joven William Hernández Zapata, los cuales estuvieron en poder de la dependencia por casi siete años, mientras su familia buscaba desesperada por “cielo mar y tierra” una respuesta.
María Dolores Patrón Pat, dirigente del colectivo Madres Buscadoras de Cancún, confirmó que durante estos días su principal tarea es apoyar a la madre de William, Carmita Zapata Pérez, en el dolor que está pasando y respetar su luto.
En otras entrevistas la representante había comentado que “la gran mayoría de personas no comprende lo que sucede y menos las autoridades. Aunque una madre buscadora realice la búsqueda de su hijo o hija pensando que solo va recuperar sus restos, no significa que estemos preparadas para una noticia como ésta, nuestra última esperanza siempre es traerlo con vida”.
Por ese motivo, después de que se terminen los protocolos funerarios, el colectivo realizara una reunión de urgencia con el fin de definir de qué manera procederán por la negligencia cometida por las autoridades en este caso, pues se cometió error tras error, “si es que se le puede llamar de esa manera”.
Aseguró que la decisión que ellas ejecuten como colectivo será completamente independiente de las que decida Zapata Pérez, ya que son temas separados, en los cuales la ineficiencia de las autoridades causó un daño irreparable a la familia de la víctima.
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Durante la cobertura realizada de este caso, Por Esto! pudo dar voz a los personajes involucrados, quienes expusieron las atrocidades realizadas por la fiscalía, que incluyeron chantaje a las víctimas, pues aunque durante un año les negaron el traslado de un reo de Chetumal a Cancún, con múltiples excusas, tras presión mediática y un bloqueo en el aeropuerto internacional se concretó la movilización en menos de 24 horas.
También se evidenció el temor de ir a realizar la detención de un homicida y el despilfarro de recursos en las tres búsquedas del cuerpo del menor, realizadas en el predio señalado por el reo y que incorporaron la participación de más de 50 personas, cuando el cuerpo estuvo siempre en el Semefo.
La madre buscadora señaló que aunque ahora se está cerrando un caso quedan muchos abiertos, y que a toda víctima se le debe prestar atención, sea o no un integrante de colectivos. Pero al ver lo sucedido en este caso, les crece la incertidumbre de saber si la investigación va por buen camino o en realidad su familiar está más cerca de lo que ellos imaginan.