El episodio más reciente de la lucha por el control de Bacalar entre dos cárteles rivales, se registró la semana pasada en un hecho que fue manejado con sumo sigilo por las autoridades, tanto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana como de la Fiscalía General del Estado (FGE), debido a que dos funcionarios del Ayuntamiento fueron privados de la libertad y horas más tarde arrojados frente a una funeraria.
De acuerdo con fuentes de inteligencia, un comando armado arribó a una vivienda localizada en las inmediaciones de la cabecera municipal de Bacalar, donde privaron de la libertad a una persona que ahora se sabe respondía al nombre de José Roberto Coronel Minaya y su hermana, de quien hasta el momento no se ha revelado el nombre, dónde fueron privados de la libertad con violencia, pues en su domicilio, y luego en la avenida costera, los encontraron con impactos de arma de fuego.
Aunque los agentes policiales arribaron al lugar y confirmaron que en el sitio había disparos en la pared frontal de la vivienda y varios casquillos percutidos, no encontraron a ninguna persona que les pudiera brindar información, y se desconocía hasta ese momento —la noche del pasado jueves— si habían privado de la libertad a alguna persona o si alguien había resultado lesionado, puesto que en el sitio sólo se encontraron huellas de sangre.
La fuente confió que más de 24 horas después, por la madrugada del pasado sábado, un comando armado conformado por varias camionetas, arribó a las instalaciones de la funeraria “La Económica” ubicada en las inmediaciones de la carretera federal, dónde fueron depositados los cuerpos de un hombre y una mujer, entre ellos el de José Roberto Coronel Minaya.
Desde ese entonces, las autoridades comenzaron a manejar el caso con sumo sigilo, pues los reportes que señalaban que se había registrado una balacera en el lugar fueron descalificados por varias autoridades y más aún, tratándose de los cadáveres que fueron trasladados a Chetumal, bajo un estricto dispositivo de seguridad que incluyó la vigilancia de la Guardia Nacional en las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO).
Una fuente perteneciente a la mesa de seguridad del gobierno de Quintana Roo, confirmó que los hechos están directamente relacionados con la pelea por el control del territorio de Bacalar, puesto que una facción del Cartel de Sinaloa, específicamente dirigida por la “Familia Coronel” quien de acuerdo con un análisis de inteligencia, mantiene el control sobre una porción importante del territorio, en la zona limítrofe entre Quintana Roo y Yucatán, se trata de la comunidad de “El Gallito” y sus alrededores que según confió, es una pieza clave para el trasiego de droga.
El otro grupo involucrado en la pugna del territorio, son integrantes del Cartel de Caborca, el cual mantiene una amplia presencia en la región, pero aún no controla la zona limítrofe, lo cual complica sus actividades en el trasiego de droga.
Además de ser funcionarios, las dos personas que fueron privadas de la libertad y ejecutadas en Bacalar, eran también trabajadores del Ayuntamiento, pero la autoridad municipal no ha emitido ninguna postura al respecto.
La Fiscalía sólo emitió una ficha de búsqueda por José Roberto Coronel Minaya, la cual fue desactivada con posterioridad, pero en torno a la mujer fallecida, no hubo ningún tipo de ficha de búsqueda.
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GC