María Patrón Pat, fundadora del grupo “Madres Buscadoras”, salió anoche a las calles para manifestar contra lo que ella llama “revictimización” por parte de las autoridades. Acusa que los funcionarios retiraron y destruyeron una manta con la imagen de su hija, Francisca Mariner, que había colocado en el Ayuntamiento como forma de protesta.
El pasado 8 de enero, Patrón, madre de la joven Francisca Mariner, colocó la manta en la fachada del Palacio Municipal. Esta acción fue una protesta contra la negligencia de la Fiscalía General del Estado (FGE). Para esta madre buscadora, visibilizar su caso con la foto de su hija fue una forma más de exigir a las autoridades que se llegue hasta las últimas consecuencias en contra de los responsables de perder evidencias que pudieron haber facilitado la identificación del cuerpo desde que se reportó su desaparición y así evitar el largo dolor y peregrinaje que duró más de cuatro años.
Anoche, el grupo, al percatarse que la manta con el rostro de Francisca Mariner había sido retirada de la fachada, comenzó a investigar, y según sus declaraciones, ésta fue destruida por autoridades municipales. Esto los llevó a concentrarse y bloquear la avenida Tulum a partir de la glorieta “El Ceviche”, impidiendo el paso de automovilistas, pidiendo que la presidenta municipal, Ana Paty Peralta, se disculpe, ya que según ellos, fue quien ordenó retirar la manta y con ello está cortando su libertad de expresión y dejando su caso en el olvido.
“Me gustaría que las autoridades entendieran lo que significa para una madre una foto, un expediente de nuestros desaparecidos, claro que es algo que ni siquiera intentan entender, pero hoy les digo que para nosotros significa mucho y si lo tocan para quitarlo, para romperlo, o para pisarlo, nos duele en el corazón, por eso ya no lo permitimos”, mencionó María.
María Patrón buscó a su hija Fernanda Marines desde junio de 2020. Según las declaraciones que ha rendido, en reiteradas ocasiones insistió a la FGE para que le realizaran pruebas al cuerpo 441, porque su instinto maternal le hacía creer que era ella; sin embargo, siempre le dijeron que el ADN no coincidía y el de su otra hija estaba perdido. Además, nunca quisieron obligar al presunto responsable a que también le hicieran una prueba a la hija de Francisca, la cual finalmente, el 21 de diciembre de 2024, dio positivo y solo así, después de más de cuatro años, logró encontrar a su hija. Ahora exige que los involucrados paguen por los errores cometidos.