
Fue detenido uno de los sicarios que participó en la embocada que dio muerte al secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de Tulum el pasado viernes 21 de marzo, se trata de Alejandro “N” alias “El Rayo”, dio a conocer el Fiscal General del Estado Raciel López Salazar durante la conferencia de prensa del Gabinete de Seguridad de Quintana Roo celebrada en la capital del estado.
De acuerdo con las autoridades ministeriales, “El Rayo” logró huir tras el ataque ocurrido el pasado 21 de marzo, desplazándose inicialmente al estado de Tamaulipas y posteriormente a Veracruz, donde finalmente fue localizado y detenido por fuerzas del orden. La Fiscalía confirmó que la captura se logró gracias a labores de inteligencia y seguimiento interinstitucional.

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Las investigaciones en curso revelan que el asesinato del mando policial no estaría directamente relacionado con sus funciones en Tulum, sino con un cateo realizado años atrás en el estado de Colima, cuando Rodríguez Bautista se desempeñaba como director de la Policía de Investigación en aquella entidad.
Se presume que dicho operativo generó represalias por parte de grupos criminales. Las autoridades han determinado que los sicarios involucrados en el atentado venían monitoreando las actividades del funcionario a través de redes sociales y que habrían intentado asesinarlo en al menos seis ocasiones anteriores sin éxito.

En el ataque que finalmente resultó mortal, uno de los agresores, conocido con el alias “El Kaibil”, ejecutó el crimen. Este sujeto tenía antecedentes por su extrema violencia, destacando por su participación en actos de desmembramiento. Sin embargo, durante la emboscada, “El Kaibil” fue abatido por uno de los escoltas que custodiaban al secretario de Seguridad. A pesar de ello, otros ocho sicarios lograron escapar del lugar de los hechos.
La Fiscalía General del Estado aseguró que se mantiene una investigación activa y coordinada con instancias federales y estatales para dar con el paradero de los cómplices restantes. El homicidio de Roberto Rodríguez Bautista ha sido catalogado como un ataque premeditado y planeado con precisión, reflejo de la violencia que aún persiste contra servidores públicos que han enfrentado al crimen organizado en diferentes entidades del país.