Entre las zonas arqueológicas poco conocidas en Campeche se encuentra en Escárcega. Se trata de Balamkú, nombre que surge de dos palabras mayas Balam (Jaguar) y Kú (Templo).
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Balamkú se encuentra un friso de estuco modelado y que cuenta con un pintado único en el área maya, elaborado entre 550 y 600 después de cristo. Es la pieza arqueológica más importante del sitio llamado el friso del universo. Ahí se aprecian cuatro escenas de ascensión alternadas con tres jaguares.
Es un pequeño yacimiento maya que fue descubierto en 1990, es decir, hace 20 años, y fue decretada como Zona Sujeta a Conservación Ecológica el 14 de agosto de 2003.
Cada una comprende un animal con la cabeza volteada hacia atrás, sentado en la hendidura frontal de un mascarón del Monstruo de la Tierra; su boca, da paso a un rey sobre su trono.
Esta zona arqueológica abre de lunes a sábado de 9:00 a 15 horas, y tiene un costo de 45 pesos.
Aunque es un lugar pequeño, se recomienda llevar ropa ligera, así como llegar repelente de insectos si la visita es de julio a agosto.
Con información del INAH
JG