Localizada en el Centro Histórico de Villahermosa, Tabasco, en la esquina de las calles de Benito Juárez y 27 de febrero, se encuentra la Casa de los Azulejos, una antigua construcción donde se resguarda celosamente la historia de este estado.
La Casa de los Azulejos fue construida hace más de 100 años, en el año de 1889 por Jacinto Cabrales, por órdenes de Victoriano Niévez Céspedes, un político, millonario y filántropo, condecorado por el Segundo Imperio. Nievéz cedió la propiedad a su hija, Ana Eugenia Niévez de Repetto, quien a su vez vendió la casa a Don José María Graham McGregor, un rico comerciante oriundo de Tabasco, quien quería tener la mansión más majestuosa y elegante en toda la zona.
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La señorial mansión, decorada ricamente con azulejos de estilo oriental, esculturas neoclásicas, herrería caligrafiada y techos construidos a la usanza catalana, ha pasado de ser vivienda, a comercio, casa de huéspedes, edificio de gobierno y, actualmente, museo
En 1985, el sitio fue declarado monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mismo año en el que abrió sus puertas como sede del Museo de la Historia de Tabasco, que cuenta con una exhibición permanente de piezas que narran los acontecimientos que han ocurrido en la entidad.
De manera regular, el museo ofrece exposiciones temporales, conferencias, talleres infantiles, charlas, conciertos musicales y obras de teatro, además de que cuenta con servicios como librería, sanitarios y visitas guiadas.
Una vez levantadas las restricciones sanitarias, podrás visitar este recinto de 9:00 a 17:00 horas de martes a viernes y sábados y domingo, desde las 09:00 a las 18:00 horas.
La admisión tiene un costo de 36 pesos para el público en general y extranjeros, pero en caso de acreditar ser ciudadano mexicano, este se reduce a 23 pesos, afiliados al INAPAM y estudiantes pagan 12 pesos.
JMCG