Una antigua leyenda ampliamente propagada en la población de Tekal de Venegas refiere a una campana de gran tamaño que según se dice estuvo por muchos años en la iglesia principal de pueblo, pero ante el enfrentamiento de la Guerra de Castas, los pobladores salieron huyendo al Oriente y se llevaron aquella escultura de bronce.
Ante las dificultades del traslado los residentes la abandonaron en los montes, donde los pobladores de Espita la encontraron y se la llevaron a su iglesia que es hasta ahora el lugar en el que se encuentra.
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La leyenda retornó a las pláticas cotidianas a raíz del nombramiento de esta población como Pueblo Mágico. Una campana de gran tamaño existe en la iglesia de Espita, pero este relato es desconocido en esa población.
Se cuenta que la reliquia estaba colgada en la torre de la iglesia de San Pedro Apóstol, ubicada en la plaza principal de Tekal de Venegas, y que era sonada todos los días a las 15:00 horas. Su voz de bronce y estaño se escuchaba hasta una legua de distancia o más, siendo que los pobladores de las antiguas fincas y haciendas, como Tohopkú o Kuncheilá, podían escucharla y santiguarse a esa hora.
Se dice que cuando la Guerra de Castas estaba en su punto cúpside, los pobladores de Tekal realizaron un plan a toda prisa para salvaguardar a los pobladores y los bienes de la comunidad. Se cuenta que un pequeño grupo de habitantes cargó la campana y huyó hacia el Oriente, por el extremo Nororiente.
Fueron pasando por los montes de Cenotillo y cuando estaban llegando a Espita, la cual había caído en manos de los sublevados indígenas, los tekaleños escondieron la copa invertida en el monte, pero esta no tardó en ser descubierta por los pobladores de Espita.
El relato dice que la pieza colonial fue llevada a servir en la iglesia principal de San José, donde hasta ahora permanece. Se comenta también que esta reliquia tiene grabado el nombre de Tekal en su parte exterior.
A cerca de todo lo expuesto debemos decir que es verdad que existe en una de las torres de la iglesia de San José en Espita una campana de grandes dimensiones, pero no tiene grabado el nombre de Tekal ni hay más referencias sobre esta leyenda en la comunidad.
Más bien, el instrumento acústico que se ubica en la parroquia de Espita está consagrada a la Virgen Purísima y tiene grabado el año de 1089, es decir que data de los cuatro siglos antes de la conquista militar y espiritual de Yucatán, y que probablemente sirvió en alguna iglesia española. Para los pobladores de Tekal esa leyenda es nombrada La campana de Tekal, en tanto que para los pobladores de Espita la reliquia representa el triste llanto derramado en la Guerra de Castas.
Cabe mencionar que en la iglesia de Tekal se conservan varias campanas. La más antigua está fechada en 1637 y la otra en 1717, lo que las convierte en verdaderos objetos del patrimonio cultural de la Entidad.
Lo cierto es que la campana es de notable presencia en ambas poblaciones y que se ha convertido en leyenda en los dos pueblos que no tienen más lazos de encuentro que el anhelo de conocer su tañido, mientras que el otro desea exponer su riqueza patrimonial.
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GC