“Ahí está el espelón”, “¿Va a llevar hoja de plátano?”, “Lleve la jícama de Maxcanú”, “A 25 el atado de flores”, “Mazapanes 3 por 10”, “¿Qué busca, qué le damos?”, se escuchaba ayer a los comerciantes desde temprana hora en el Mercado Lucas de Gálvez, que era “un hervidero de gente”.
El entusiasmo de los comerciantes por ofrecer sus productos y de los compradores por encontrar lo mejor para su Hanal Pixán provocó pasillos atestado en las zonas de dulces, flores, verduras, recados, latas, carnes, etc.
Hombres y mujeres cargaban flores, hojas de plátano, espelón, dulces tradicionales, tomate, etc. y se preguntaban uno al otro dónde compraban los artículos que tenían muy buena vista.
-Oiga ¿dónde compró sus flores?, se escuchó decir.
El atado de las flores de cempasúchil iba desde los 20 hasta 50 pesos, las jícamas, 20 pesos por 3 piezas, las flores locales, como el amor seco, 20 pesos el atado y la hoja de plátano, desde 15 pesos por 7 hojas.
“Es grande linda, es hoja de plátano grande, por eso está a 17, y el espelón a 70 pesos el kilo ya limpio”, ofrecían los comerciantes.
El atado de espelón se vendía hasta en 20 pesos y la imagen de hombres y mujeres que limpiaban espelón para venderlo en bolsas era frecuente.
Para muchos comerciantes el día de ayer es de los mejores en ventas, ya que no se repite en Navidad ni año nuevo: “El Hanal Pixán es único, no se vende así otro día”, comentaron.
Los estacionamientos a la redonda del mercado y del propio mercado estaban “llenos, nada, no hay lugar”, decían.
El tráfico en las calles que rodean al mercado se debía a la carga y descarga de los consumidores y a decir de los comerciantes, el tráfico empezó desde madrugada, a las 3 de la mañana que “arreció” la venta de los camiones cargados de hoja, espelón, mandarina, jícama, camote, yuca.
“Hoy es el día bueno, es hoy, mañana ya cambia la cosa”, dijo.
Ayer 31 de octubre es para muchos hogares el día para buscar los ingredientes o los últimos detalles para el Hanal Pixán, desde las flores, y los ingredientes del delicioso pib, hasta los dulces tradicionales.
“Las lastas desde 18 pesos, son las grandes, cuántas le doy”.
Colorido
El colorido de las flores y cítricos de esta época se conjugan con el de los dulces tradicionales, donde los mazapanes de pepita, las calaveras, dulces de guayaba, garapiñados de pepita, de coco, entre otros, colorean el ligar.
“Ya llevó los mazapanes, né, mejor pide 3 merengues chicos”, se oía en la zona de los dulces.
Los pasillos saturados de la zona de dulces hacían que la gente rodeara el área para poder cruzar.
El colorido del mercado con todos los ingredientes de la época y la cantidad de consumidores que llegaron a comprar, fueron el preámbulo de lo que en muchos hogares se realizará hoy en familia.
(Verónica Martínez)