Por Ariel Avilés Marín
La historia es una ciencia de la mayor importancia y profundidad. Como nos enseñaron en la escuela, la historia es el análisis de los hechos del pasado que nos enseñan a comprender el presente para construir un mejor futuro. Este concepto, de hace más de cincuenta años, sigue siendo efectivo y vigente. Bien dice el dicho que, aquellos pueblos que desconocen su historia, están condenados a repetir siempre sus más graves errores (horrores) La Iglesia en México es, sin lugar a dudas, un activo actor en todo el proceso de desarrollo de esta nación, no siempre con la intervención más afortunada, pero siempre de la mayor importancia. Un libro, amplio, profundo y pormenorizado de la actuación de la Iglesia en la historia de México, es sin duda, un útil y necesario material de consulta para cualquier estudioso de la materia, creyente o no. Así que, la edición de una nueva Historia de la Iglesia en México, es una obra que proporciona importante información para todos los estudiosos de la materia.
La noche del martes 22, a las ocho de la noche, en el Aula Magna del Seminario Conciliar de San Ildefonso, se llevó a cabo la presentación de un importante volumen titulado “Nueva Historia de la Iglesia en México” y cuya coordinación estuvo a cargo del Dr. Juan Carlos Casas García, docto estudioso del tema, y egresado de la Universidad Pontificia de México. En el marco de la presentación, el Dr. Casas impartió una amena, profunda e interesante conferencia, sobre el libro y su contenido. La charla resultó de profundo contenido, y la amenidad del conferencista mantuvo vivo el interés de los asistentes por un amplio período de más de dos horas.
El Pbro. Gualberto Tuz fue el encargado de la conducción del evento y tuvo la misión de presentar a quienes presidieron la ceremonia. Integraron la mesa del presídium: el Obispo auxiliar de Yucatán, Mons. Pedro Mena Díaz; el rector del seminario, Pbro. Gilberto Pérez Ceh; el propio Dr. Casas García y el Dr. Joel Mena Espinosa.
El interesante libro está constreñido a estudiar las acciones de la Iglesia en un período que comprende desde el proceso de evangelización, durante la Conquista y el Virreinato, hasta la Guerra de Independencia. Los estudios emprendidos para la realización del mismo fueron impulsados por la Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica, organismo que fue dirigido por un prelado yucateco: Mons. José Florencio Camargo Sosa, quien, además, fue Cronista de la Ciudad de Mérida.
El Dr. Casas García inicia su conferencia refiriéndonos la génesis del libro, desde la Sociedad de Historia, la cual, nos refiere, estuvo a punto de extinguirse por falta de actividad, pero que ha retomado el camino con nuevos bríos. Lamentó que actualmente este organismo esté integrado por una gran mayoría de laicos: “Tal pareciera que a los sacerdotes se les ha agotado el interés por la historia de la Iglesia”, señaló. “No somos coleccionistas de antigüedades, hay que hurgar en el pasado para mejorar el futuro”, subrayo. Recordó una profunda frase de Juan XXIII: “La historia es maestra de la vida, pero no tiene alumnos”. “La historia nos debe enseñar mucho. La Iglesia ha tenido un papel protagónico en la formación de nuestro país y del mundo, nos hemos equivocado muchas veces, eso hay que reconocerlo. La Iglesia es santa y pecadora”, subrayó.
Dio como referencia al célebre historiador Edmundo O’Gorman, quien señaló: “Desconocer la historia de la Iglesia en México, es desconocer la historia en general”. El Dr. Casas dio noticia que el libro contiene la acción de cuarenta y un historiadores, muchos de ellos laicos. “No es una historia confesional”, señaló. “Hay una historia oficial, maniquea, en blanco y negro, plagada de héroes de bronce. Hay una Historia General de la Iglesia de Mariano Cuevas, se centra en la Guerra Cristera, esta fue la primera y no ha habido otra tan extensa como esta”, informó. “Está también la ‘Historia de la Iglesia de América Latina’, cuyo V tomo está dedicado a México, ésta fue coordinada por el padre Espinosa Alcalá. Está también la del padre Agustín Choruca, que es un tomo muy pequeño”.
Señaló en seguida, que esta nueva historia, que es un manual, surgió en proyecto hace quince años y que no es exclusiva para seminaristas, sino para todo estudioso interesado en la historia de la Iglesia mexicana. “Ha significado muchos años de trabajo, y ya estamos empezando a preparar el segundo tomo. Pretende ser un historia sin muchos apasionamientos; algunas visiones han quedado en el pasado”.
La obra está dividida en cuatro apartados: I.- El Mundo Prehispánico. II.- El Sueño Evangélico (1521.15509 III.- La Cristiandad Novohispana (1550-1750) y IV.- La Secularización de las Doctrinas, el Absolutismo Ilustrado y la Independencia (1750-1821). Comentó que las órdenes monásticas tuvieron, además del criterio evangélico, la dimensión propia de cada una de sus órdenes. Hizo hincapié en que, desde las aulas de las universidades de España, la Conquista fue cuestionada. “¿Es lícito lo que estamos haciendo? Se cuestionaban los académicos”. Una reflexión del Dr. Casas nos llamó profundamente la atención; señaló: “La sexualidad, como algo reprobable, no es del cristianismo, es del maniqueísmo”.
Haciendo una comparación entre la conducta de los indígenas y los encomenderos españoles, dijo: “Los frailes debieron evangelizar tanto a indígenas como a españoles, pues la conducta de éstos estaba muy lejos de ser cristiana también”. Continuó: “Toda pastoral, debe ser planeada, debe tener objetivos claros”. Con relación a la participación de la Iglesia y sus hombres en el proceso de la historia de México, hizo notar: “La Guerra de Independencia tuvo el protagonismo de muchos clérigos, más de un centenar, no sólo Hidalgo, Morelos o Matamoros”.
Por último, el Dr. Casas invitó a estudiar esta obra: “Es el esfuerzo de muchos años y mucha gente”.
Para terminar el evento, Mons. Pedro Mena, Obispo auxiliar, agradeció al seminario la hospitalidad y el haber prestado el espacio de sus instalaciones para la presentación del libro.
El Aula Magna del Seminario Conciliar de San Ildefonso, se vio pletórica de público asistente, y todos salieron muy complacidos de tan amena conferencia del Dr. Juan Carlos Casas García.