En el marco del 14º Día de los Jardines Botánicos, la Dra. Clarisa Jiménez Bañuelos, subdirectora del Jardín Botánico Regional “Roger Orellana”, del CICY, dijo ayer que se ha registrado una coevolución de alrededor de 100 millones de años entre polinizadores y plantas.
Y agregó:
-La temática de esta celebración se dedicó a todos los seres polinizadores, que como dice la exposición lo único que hacemos es darles un chanclazo, pero si los conocemos nos damos cuenta de su importancia y las grandes ventajas que nos ofrecen. Por eso yo siempre les pregunto a los alumnos: ¿Qué pasaría si no hubiera abejas? Que no podríamos ni siquiera comernos un aguacate o un jitomate. Entonces por eso hay que recapacitar en que todos estos seres pequeñitos nos ayudan a la conservación de la flora e incluso de todos los alimentos que consumimos.
-¿Cuántos polinizadores existen?
-A nivel mundial son como 20 mil especies polinizadoras. Estamos hablando de hormigas, de murciélagos (ve el de la foto que está tan lleno de polen que no se le ve el color de su piel), de abejas, moscas, mariposas, polillas, avispas, escarabajos, trips, aves, e incluso otros vertebrados que están considerados como especies silvestres polinizadoras.
Son tan útiles que vemos a veces que las abejas apenas si pueden volar porque tienen los polímeros llenos de polen. Hay que mostrarles a los niños, a los jóvenes, todo este amor que significa la naturaleza en general.
-¿Cómo es que logran polinizar a las plantas todos esos animales?
-Hay que decir que no cualquiera de ellos puede polinizar cualquier flor, porque tienen estructuras especializadas que están dirigidas a la flor que van a polinizar. Es una atracción hermosa porque es la flor que está atrayendo a un insecto, a un ser que la va a ayudar a reproducirse. Entonces vean ustedes cómo es una belleza de la naturaleza la polinización.
Son maravillosos
-¿Entonces la abeja que va a una flor y se carga con polen, no se va a cualquier otra flor, sino a una de la misma especie?
-Sí, la lleva a otra flor de la misma especie. Son muy maravillosos, son muy específicos, por eso es que es posible que las abejas que fertilizan o visitan una flor lleven el polen a otra flor de la misma especie.
Entonces eso es lo maravilloso de la naturaleza, esta coevolución que existe entre polinizadores y plantas.
-¿Y quién hizo todo este orden?
-Pues es como una coevolución que se ha dado a lo largo de los años, de millones de años, en donde las estructuras de las flores se vuelven cada vez más específicas para su polinizador. Algunas como las mariposas tienen una lengua súper larga que les permite llegar al néctar, pero al mismo tiempo ellas quedan impregnadas del polen, y cuando van a otra flor de la misma especie, meten la lenguita para poder sacar el néctar, y dejan el polen. Entonces es un trabajo en equipo que es impresionante conocerlo.
Esta coevolución es muy antigua, pues las plantas con flores aparecieron en la tierra desde hace entre 70 y 100 millones de años. Las plantas que aparecieron más pronto en la tierra, es decir, las de antes de las de flores, se valen más bien del aire para poder ser polinizadas. Por ejemplo, en los pinos el polen vuela para que pueda llegar a otro pino, pero ya la evolución, al paso del tiempo ha convertido esto en un trabajo en equipo. Por eso te digo que hay una coevolución entre los insectos y las plantas con flores que aparecieron en la superficie terrestre hace entre 70 y 100 millones de años.
Finalmente la Dra. Clarisa Jiménez Bañuelos comentó:
-Hoy tenemos una serie de actividades donde estamos tirando la casa por la ventana. Tenemos visitas guiadas, una exhibición de cómo procesar la cera de abeja, tenemos los peines de las abejas, que son naturales y los tienen en las patas y les sirven para poder agarrar mayor cantidad de polen, y muchas otras actividades.
El rol de los colibríes
Por su parte, el Dr. Richard Feldman, de la Unidad de Recursos Naturales del CICY, dijo que los colibríes tienen un rol muy importante como polinizadores, y que en Mérida sólo hay una especie, que es muy común, pero hay otras 3 o 4 especies que no siempre se encuentran en la ciudad.
Agregó que su función es que ellos visitan flores para obtener el néctar, que es el combustible para su vida, y en el proceso de tomar el néctar, toca el polen de la flor y lleva el polen cuando visita otra flor y lo deposita, y hay entonces una fertilización y una reproducción exitosa de la planta.
(Roberto López Méndez)