LAS COLORADAS, Río Lagartos.– Los flamencos que eclosionaron en el mes de junio en la zona llamada “Angostura”, de la Reserva de la Biosfera (RB) Ría Lagartos, Area Natural Protegida (ANP), son visibles desde el camino con el desgarbo y color gris que los caracteriza, pero que al paso del tiempo se transformarán en elegantes aves de color rosado.
POR ESTO! evidenció ayer los preparativos para el anillamiento de por lo menos 500 flamencos y realizar el monitoreo, pero por quinto año consecutivo se realizará de manera privada o “reservada”.
De acuerdo con información de la CONANP, anualmente los flamencos llegan a la Reserva a anidar y esperar la eclosión de los huevos, que ocurre en el mes de junio.
El año pasado detectaron casi 22 mil nidos y seleccionaron una muestra, de un promedio de 500 polluelos para colocarles un anillo en la pata, que permita monitorearlos, como lo han hecho desde 1987.
El flamenco rosado o “rosado del Caribe” es una de las seis especies que existen en el mundo. El color rosado de su plumaje, se debe a que se alimenta de pequeños crustáceos llamados artemias (su alimento preferido), que se encuentran en las charcas naturales de Las Coloradas, a un costado de la playa, donde anidan las tortugas.
Información de la CONANP detalla que esta especie pone un solo huevo al año que eclosiona después de 28 a 30 días.
El peso de los adultos fluctúa entre 2.2 y 2.8 kg y alcanzan a medir 140 cm de altura y 150 cm de envergadura, y para su adecuado desarrollo requiere de aguas bajas con diferentes concentraciones salinas.
Forma de volcán
Se detalla que los flamencos llegan en mayo a elegir la zona de empollamiento y, una vez que comienzan los primeros en hacerlo, el resto lo hace en la misma zona, de tal forma que cada nido va pegado a otro y son empollados por dos meses, por la mañana lo hace la madre y por la tarde-noche el padre.
El nido tiene forma de volcán y el flamenco empolla sobre la arena y el huevo semi enterrado, pero las lluvias o la marea provoca que muchos huevos no logren eclosionar.
Una vez que eclosiona, el padre emigra y la madre sale por las mañanas a comer, así que los polluelos se quedan con las llamadas nodrizas, que son flamencos que no empollaron y se quedan a cuidar a los miles de polluelos, además de enseñarles a comer y volar.
Desgarbados
Los polluelos son de color gris, desgarbados, de pico recto y no pueden volar, es hasta los 90 días cuando vuelan y su pico comienza a encorvarse, adoptando la forma curva para alimentarse, además de ir adoptando el color rosado que los caracteriza por el alimento del lugar.
Ría Lagartos es el estero donde los flamencos prefieren anidar y se conforma por dos brazos de mar, así como del agua dulce de los ojos de agua naturales que hay en el estero.
El anillamiento a 500 ó 600 polluelos antes de los 90 días de nacidos, significa el muestreo del 5 por ciento del total de flamencos que hay en la zona, ya que eclosionan unos 13 mil huevos.
La Ría en Las Coloradas es la zona ideal de empollamiento y la de Celestún es la de la comida, es por ello que después de 90 días de haber eclosionado migran hacia el Poniente.
Expertos estiman que en Yucatán hay unos 75 mil flamencos.
El anillamiento lo realiza la Conanp con fundaciones e investigadores, sin embargo desde hace 5 años, lo hacen de manera privada, o reservada, pero realizando un festival en la población, que están programando para este fin de semana y el próximo, pero no incluye la vivencia del anillamiento como en años anteriores.
Hasta el año pasado, el presupuesto anual para la conservación del flamenco es de 1 millón de pesos, de los cuales la CONANP aporta 700 mil pesos como presupuesto del Gobierno Federal, el resto es aportado por las instituciones de investigación y la Fundación Pedro y Helena.
Casi 6 mil anillos
El año pasado se anillaron 585 ejemplares dentro del Area Natural Protegida Ría Lagartos y, desde 1987 hasta el 2018, se habían anillado casi 6 mil polluelos.
Se les colocan dos anillos en las patas del flamenco, uno de plástico con un número de identificación que sirve para monitoreo y uno metálico que contiene los datos de contacto e identificación.
Se les miden las alas y patas. Se pesa el ejemplar y si su peso es mayor a 2.7 Km pasa a revisión con los veterinarios para realizar un registro biométrico y se reincorporan a su hábitat.
“Gracias a este programa es posible dar seguimiento a la ruta y comportamiento de las aves en México y el Caribe. En México se lleva a cabo esta actividad desde 1987, a la fecha se han colocado 5,973 anillos que permiten el monitoreo de la especie para lograr su conservación”.
A la vista
Ayer desde el camino costero de Las Coloradas a El Cuyo son visibles los polluelos, Justo después de la última bomba de agua de la Salinera, llamada San Fernando.
En la zona de la “Angostura” se ve la mayor cantidad de polluelos y ahí también trabajaban en los preparativos del anillamiento por parte de CONANP y la Fundación.
Las imágenes aéreas de POR ESTO! permiten apreciar a los polluelos agrupados y también a los que comienzan alejarse un poco del nido para alimentarse, pero todos con su característico color grisáceo.
(Verónica Martínez)