Ariel Juárez García
La cruz es uno de los símbolos religiosos más conocidos y venerados del mundo, pues millones de personas la consideran el instrumento sagrado en el que se ejecutó a Jesús. En tiempos modernos, el llevar una cruz es muy común en algunas partes del mundo.
“La llevo como adorno.” “Me protege del mal.” “Mi madre me la dio.” “Me hace lucir más varonil.” “Me siento cómodo con ella.” “Es un complemento de la cadena”… –Así contestaron varias personas cuando se les preguntó por qué llevaban una cruz–.
Aunque no todos lo hacen por devoción religiosa, para otros, la cruz sí tiene profundo significado religioso, porque, como dijo un joven: “Es sagrada porque tiene la forma del madero de tormento sobre el cual Jesucristo murió en agonía.
Sin duda, por siglos, a los que afirman ser cristianos se les ha enseñado que Jesucristo fue muerto en una cruz. Es cierto, entre muchas personas, los crucifijos –representaciones de Jesús clavado a una cruz– tienen una importancia especial. Sin embargo, surge una importante pregunta: ¿es posible que Jesucristo no haya muerto en una cruz?
Para gran sorpresa de muchas personas, no hay nada en la Biblia que indique que el madero de tormento en el cual Jesús fue ejecutado tenía un travesaño (pieza alargada de madera que atraviesa de una parte a otra). La evidencia indica lo contrario. No hay tal forma.
La palabra latina que se usa para el madero de tormento en el que Cristo murió es crux que, de acuerdo con Livio, famoso historiador romano del primer siglo de la Era Común, significa sencillamente una estaca. Además, cabe mencionar que los romanos a menudo ejecutaban a los individuos en postes que no tenían barras transversales.
“Hasta entre los romanos la crux (del que se deriva nuestra cruz) parece haber sido originalmente un palo vertical, y éste siguió siendo la parte más prominente.” –apunta The Imperial Bible-Dictionary–.
En concordancia con lo arriba expuesto y a fin de hacer un análisis cuidadosos del asunto, debe tenerse presente que en las Sagradas Escrituras son dos las palabras griegas que se usan para referirse al madero de tormento en el que Cristo murió... staurós y xýlon.
La bien respaldada concordancia en inglés intitulada Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible da como primer significado de staurós “una estaca o poste”, y para xýlon, “madero”, “árbol” o “madera”.
Con respecto a la palabra griega staurós (traducida “cruz” en muchas traducciones), A Comprehensive Dictionary of the Original Greek Words with their Precise Meaning for English Readers declara: “staurós… denota, en primer lugar, un palo o estaca vertical. En éstos clavaban a malhechores para ejecutarlos.”
Los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan emplean el vocablo griego staurós para referirse al madero de tormento en el que fue ejecutado Jesús (Ver los evangelios de Mateo 27:40; Marcos 15:30 y Lucas 23:26). Dicho término alude a un poste, palo o madero vertical.
Louis Réau, la famosa autoridad francesa sobre arte religioso, escribió: “Los Evangelios no nos dicen nada específico acerca de la forma de la cruz. La palabra griega stauros, de donde se origina, puede significar un poste sencillo, y no entraña, como la crux latina, el cruce de dos vigas. Parece que originalmente se representaba a Cristo fijado a un poste.” (Ver Hechos de los apóstoles 5:30 y 10:39)
La obra The Non-Christian Cross (La cruz no cristiana), escrita por J.D. Parsons, explica lo siguiente: “En ninguno de los numerosos escritos del texto griego original del Nuevo Testamento encontramos una sola oración que indique, ni siquiera de manera indirecta, que el staurós usado en el caso de Jesús fuera distinto del habitual, y mucho menos que estuviera formado por dos maderos clavados juntos en forma de cruz, en vez de por uno solo”.
De manera similar, el libro The Non-Christian Cross declara: “No hay ni una sola oración en ninguno de los numerosos escritos que componen el Nuevo Testamento, en la que, en el griego original, haya siquiera una evidencia indirecta al hecho de que el staurós usado en el caso de Jesús haya sido algo más que un ordinario staurós (palo o madero); mucho menos al hecho de que haya consistido, no de un pedazo de madera, sino de dos pedazos clavados juntos en la forma de una cruz.”
El diccionario en inglés The New Bible Dictionary dice: “La palabra griega para ‘cruz’ (staurós, verbo stauróo) significa principalmente una estaca o viga vertical, y secundariamente una estaca que se usa como instrumento de castigo o ejecución”.
El apéndice número 162 de la Biblia en inglés The Companion Bible confirma esto al declarar, respecto a staurós, que “denota un palo o una estaca vertical, a la que se clavaba a los criminales para ser ejecutados... Nunca significa dos piezas de madera que se cruzan en cierto ángulo, sino que siempre se refiere a una sola pieza”. El apéndice concluye diciendo: “Así queda completa la prueba de que al Señor Jesucristo se le dio muerte en una estaca vertical, y no en dos piezas de madera colocadas en algún ángulo”.
Además, la Biblia también usa la palabra griega xylon para designar el madero de tormento sobre el cual Jesús murió. Según un lexicón del griego e inglés por Liddell y Scott, esta palabra significa “madera... un palo o pedazo de madera”.
En el pasaje de los Hechos de los apóstoles en el capítulo 5 versículo 30, el apóstol Pedro empleó la palabra xýlon (literalmente “palo”) como sinónimo de staurós, lo cual da a entender que se trataba de un simple poste o madero vertical, y no de un madero con un travesaño.
En la Biblia conocida como la Versión Moderna la palabra griega xylon se traduce “madero,” como en el texto de los Hechos de los apóstoles capítulo 5 versículo 30 donde se lee: “El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.” (Ver también Hechos 13:29; Gálatas 3:13 y 1 Pedro 2:24, en la misma versión).
En conclusión, la Cyclopædia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature dice que la crux simplex era una “mera estaca ‘hecha de una sola pieza sin travesaño’”.
Vale la pena mencionar que, algunos teólogos cuestionan el uso de la cruz como símbolo del cristianismo por sus connotaciones violentas, comentó el diario The Dallas Morning News. Dichos teólogos favorecen la idea de usar símbolos que reflejen la vida de Jesús en lugar de su muerte.
La cruz “fomenta el culto a la muerte”, afirmó la teóloga Catherine Keller de la Facultad Teológica de Madison (Nueva Jersey, EUA). “Nadie pensaría en usar una silla eléctrica o una horca como símbolo de fe, pero eso es lo que utilizaríamos si el Estado hubiese ejecutado así a Jesús en nuestros días” –añadió–.
Sin embargo, algo que debería interesar todavía más a los cristianos es determinar si es apropiado o no venerar el instrumento con el que se mató a Jesús. Ya fuera un madero de tormento simple, una pistola, una flecha, una lanza o un cuchillo, ¿debería venerarse un objeto de este tipo?
Imagínese que asesinaran brutalmente a un ser querido y se presentara ante un tribunal el arma homicida como prueba. ¿Trataría usted de recuperarla para tomarle fotografías, imprimir copias y luego distribuirlas? ¿Haría réplicas del arma en varios tamaños? ¿Modificaría algunas para usarlas a modo de joya? ¿O encargaría reproducciones para que sus amigos y familiares las compraran y las veneraran? De seguro, tan solo pensarlo le provocaría repulsión. Pues bien, eso es precisamente lo que se ha estado haciendo con la cruz.