Propietarios y gerentes de los hoteles señalaron la grave situación ante la llegada de la pandemia y lo que están viviendo con los fenómenos naturales que se registraron hace unos días.
Como bien se sabe la pandemia generada por el COVID-19 ocasionó el desbalance económico de varias empresas provocando la caída de empleos que arrastró a que las familias yucatecas sufran la consecuencias.
En esta ciudad afectó a varios ciudadanos y al ramo turístico como lo señaló Verónica Rodríguez, hermana del dueño del Hotel San Miguel Arcángel, "antes de la pandemia íbamos muy bien, no nos quejábamos, tanto en el hotel, cafetería y tienda de artesanías nos estaba yendo de maravilla".
"Al llegar la contingencia tuvimos que cerrar el hotel el 18 de marzo y reanudamos las labores el 1 de agosto con el 30% de ocupación, nosotros tenemos 14 habitaciones y sólo cuatro se pueden ofrecer, con todas las medidas sanitarias preventivas".
"La cafetería aún no entra en funciones, así que poco a poco estamos levantando vuelo, tenemos que ofrecer varias promociones para que el turista se motive y haga su reservación", enfatizó.
"Después vino el mal tiempo cuando la lluvia no paró hasta después de una semana, esto ocasionó que las reservaciones disminuyeran, hace unos días tuvimos otra baja por el paso del fenómeno meteorológico Delta y nuevamente los turistas no llegaron, pues seguimos en espera de que esta situación repunte y todo vuelva a ser normal".
Por su parte, el gerente operativo de Grupo Izamal, Ricardo Uicab, señaló que éste con varias propiedades ofrece servicios al turismo como el Hotel la Rinconada del Convento, el Hotel Tuul, una vía Privada llamada San Antonio de Padua, y el restaurante Zamná. Señaló que al inicio de 2020 tenían pronosticado un año al 100% "porque estábamos teniendo una ocupación más alta de lo normal, teníamos individuales y grupales".
Enfatizó que: "de enero a marzo lo vimos bien en todas las propiedades una ocupación muy alta, al llegar la pandemia para ser más exactos el 23 de marzo ya no llegaban los turistas y empezaron a hacer llamadas para cancelar. Subrayó que fue "una cancelación masiva de grupos, de agencias, en las páginas de Internet, reservaciones individuales directas todo se canceló, la pandemia nos afectó y ahora nos va muy mal".
Asimismo, agregó que: "con la pandemia llegó el mal tiempo, eso nos dio el toque final pues la humedad de tanta agua ocasionó daños materiales, los ventiladores, climas, el sistema eléctrico, todo empezó a fallar, y cuatro meses sin utilizarlos también provocó que se descompongan".
"Después de eso viene la reactivación y empezamos muy bajo con dos o tres reservaciones en los hoteles, sin uso de piscinas, sin poder utilizar el restaurante, a partir de agosto empezamos una certificación de Buenas Prácticas en Yucatán y ya nos autorizan el uso de la piscina y el restaurante y empezó a llegar más turistas, luego se pronosticó el huracán Delta, y eso nos afectó nuevamente, las pocas reservaciones que teníamos la cancelaron, pues estamos avanzando muy lento", finalizó.
Por David Collí