Desde que inició la pandemia se estima que 112 yucatecos se han quitado la vida, considerando que fue en marzo cuando se alertó de esta situación en el Estado; si se le suman los 32 suicidios de enero y febrero, suman 144 casos, no obstante, para el psicólogo forense, Paulino Dzib, este tema de salud es un pendiente de antaño, “no podemos atribuirlo a la pandemia”.
En 2007, nuestra entidad tenía una tasa por cada 100 mil habitantes de privaciones de vida de manera voluntaria del 7.4, en 2008 fue de 8.3, en 2009 ascendió hasta 11.3, y bajó en 2010 a 10.5, en 2011 disminuyó nuevamente a 9.3, y durante el 2012 hubo una disminución a 7.9, en 2013 tuvo un leve incremento, se situó en 8.1, para 2014 repuntó a 8.7, y para 2015 se ubicó en 9, continuó esta tendencia en 2016 hasta ubicarse en 10.4, en 2017 disminuyó a 8.8, en 2018 ascendió a 10.9 mientras que en 2019 la incidencia regresó al 8.8.
Posterior a 2011, los registros de información sociodemográfica ya no se presentan de la misma manera. Es por ello que vale la pena rescatar el panorama que existía en ese momento sobre la situación del suicidio en Yucatán.
En ese año se registraron 186 suicidios, de los cuales 159 se concretaron por ahorcamiento, 20 por envenenamiento, 5 por disparo de arma y 2 no especificados. Del total, 146 se cometieron en la vivienda particular, 33 en un sitio no determinado, 4 en espacios deportivos, comerciales o industriales, 2 en la vía pública y 1 en granja.
Del total, casi el 82 por ciento fueron hombres, mientras que prácticamente el 18 por ciento fueron mujeres. Casi el 50 por ciento de quienes se suicidan estaban solteros, mientras que casi el 40 por ciento estaba casado, casi el 7 por ciento vivía en unión libre, el 3 por ciento restante no fue especificado.
Casi el 28 por ciento de los suicidas no tenía un empleo, el 21 por ciento se desempeñaban como trabajadores de apoyo administrativo, el 19 por ciento eran artesanos, el 14 por ciento trabajadores agropecuarios, casi el 5 por ciento eran comerciantes y poco más del 12 por ciento restante se desconoce su profesión.
El 53 por ciento de los casos van de los 15 a los 24 años y hasta los 45, poco más del 23 por ciento son de 25 a 34 años y el 21 entre 35 y 44 años.
La tendencia de suicidios de 2009 a 2019 ha incrementado un 3 por ciento, acorde con datos del Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi), en 2009 se suicidaron 219 yucatecos, mientras que el 2019 fueron 226, el método que sigue predominando como predilecto para esta causa de muerte es el ahorcamiento.
El Gobierno del Estado tiene identificada esta situación, así lo plasma en el documento Programa Especial de Prevención Social del Delito con Enfoque de Derechos Humanos, en el cual expone que “entre los factores de riesgo asociados a las situaciones de violencia y delincuencia, se encuentran los relacionados al consumo y venta de alcohol; porcentajes altos de población con dificultades para concluir sus estudios, especialmente en la educación secundaria y media superior; hombres y mujeres en etapas productivas con dificultades para acceder a empleos que proporcionen una remuneración económica digna y suficiente; amplias brechas de género (en particular en los municipios con mayor marginación) que agravan la vulnerabilidad de niñas, adolescentes y mujeres adultas de vivir violencia; rezagos en la atención a la salud mental y el bienestar emocional, así como elevada incidencia de suicidios masculinos”.
El suicidio es la quinta causa de muerte en hombres y mujeres de nuestro estado. Para el género masculino, la enfermedad alcohólica del hígado es el cuarto motivo de fallecimientos, mientras que para las féminas es el sexto. Estos registros son alarmantes, ya que el Estado encabezó con una amplia ventaja el número de intoxicaciones agudas por alcohol con 7 mil 746 casos registrados durante 2019, seguido de 2 mil 493 casos en la Ciudad de México y 2 mil 350 de Jalisco. En lo que va del año, Yucatán solo ha registrado 2 mil 295 casos por este tipo de intoxicación, esto podría ser a causa de los periodos de ley seca impuestos debido a la pandemia.
El abuso del alcohol en la entidad comprende la tercera causa de muerte en hombres, mientras que en mujeres es la segunda, no obstante, los hombres se quitan la vida un 81 por ciento más que las mujeres bajo la influencia del alcohol, según el Gobierno del Estado.
Las entidades federativas que presentan mayor índice de suicidio en jóvenes de 10 a 29 años a nivel nacional son en el siguiente orden: Chihuahua, Guanajuato, Aguascalientes, Quintana Roo y Yucatán.
En el Programa Especial de Prevención Social del Delito con Enfoque de Derechos Humanos, se reconoce que únicamente el 10 por ciento de las dependencias estatales cuentan con programas de prevención del delito, pese a que las tasas de suicidio locales están muy por encima de la media nacional, casi el doble.
Por Karla Regina Aguilar