José Gaspar es un marmolero que actualmente se ocupa de la tumba de su madre con el único fin de dejarla hermosa como una muestra de cariño.
“Yo la hice hace 21 años y desde eso me ha encargado de darle el mantenimiento adecuado",
Su padre ya se encuentra ahí también y, por tal motivo, la tumba se encontraba pintada de color azul; pero su madre falleció el 12 del mes que terminó y por ello “le cambié el color a rosita, su favorito”.
“Antes de que muera me dijo que se la dejara bonita” y aseguró que todo lo que deseaba era cumplir su deseo. Asimismo, añadió, “a mí no me interesa el dinero, me interesa dejarle bonito su espacio”.
Don José se preocupa por mantener el espacio de su madre en las mejores condiciones, por eso limpia la tumba, ahora la ha pintado de “su color” y también ha retocado los detalles que requerían más pintura blanca, como el angelito de la punta.
“Hago lo mejor que puedo. Ella me dio amor y yo le estoy pagando con amor ahora”, aseguró.
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Susana Cervantes también acudió a visitar a sus seres queridos este 31 de octubre, en compañía de su sobrino fueron a ver a su papá y a su bisabuelo.
“Antes veníamos cada mes, pero por la pandemia no se había podido, así que aprovechamos hoy”, señaló.
Al llegar al lugar se encargan de quitar el agua sucia que ha caído por las lluvias en los jarrones, la cambian por agua limpia y le colocan flores. Después rezan junto a la tumba, al igual que lo hacen en casa con un altar que colocaron para sus seres queridos.
“Es una costumbre cultural y religiosa”, aseguró, señalando que por tal motivo colocan el altar en su hogar.
Indicó que generalmente solicitan el mantenimiento de la tumba en el cementerio, pero por la pandemia quien les presta el servicio no podía acceder y “venimos preparados por si era necesario que la limpiemos, especialmente por las lluvias”.
Por otro lado, las hermanas Guadalupe y Silvia González acudieron a visitar la tumba de sus padres y de su sobrino, que comparten el mismo espacio.
“Venimos juntas en fechas especiales como Navidad, Año Nuevo, sus cumpleaños y la fecha en que fallecieron”, aseguraron que es una forma de “permanecer unidos”.
Ellas también se encargaron de renovar las flores del lugar, encender las veladoras y dedicar un rezo por sus familiares difuntos.
Nancy Navarrete, quien acudió a visitar a sus abuelitas, señaló que “mis papás venían cada mes, pero no pueden salir ahora por la pandemia, así que trato de venir yo una vez al mes ahora”.
Cuando acude a visitar a sus abuelitas les lleva flores, limpia las tumbas y enciende las veladoras para permanecer durante su visita.
José Peraza también acudió con flores para visitar la tumba de su esposa, aunque señaló que en esta ocasión fue por las fechas, también dijo que “normalmente vengo cada 15 días o al menos una vez al mes, pero como no se podía por la pandemia, aproveché para venir hoy”.
Aseguró que desde casa le rezan a su esposa debido a que no pueden ir a verla en estos tiempos de pandemia.
Con información de Cecilia Abreu