Desde 2007, el Hogar de Loreto se dedica a apoyar con terapias a niños con discapacidades de bajos recursos; los chicos tienen pequeños logros, y tras meses, incluso años, consiguen hacer cambios que solo las madres ven: dejan de hacer rabietas, estiran su mano cuando antes no podían hacerlo.
Uno de los casos fue el de una chica con parálisis cerebral que dio sus primeros pasos a los 20 años; pero tuvieron que pasar 15 años de terapia para que hiciera eso.
Ahora, con la situación económica, la directora Loreto Noemi Marrufo Gurrutia teme por los recursos que han dejado de percibir de quienes ya no tienen suficiencia económica.
“Ahorita estoy viendo que la situación no está fácil porque la gente que nos apoyaba ya no nos brinda ayuda, a las empresas les está costando salir adelante y por consiguiente me dicen que no me pueden apoyar como anteriormente lo hacían. Estamos vendiendo periódico, cartones, latas, PET, todo lo que podamos, para ayudarnos; lo que nos traen lo ponemos a la venta y así para poder continuar”, espetó.
Durante los meses de cuarentena, los terapeutas no dejaron de atender a los chicos, mantenían el contacto con las madres de familia y realizaban algunas terapias; hasta hoy, la mayoría de las señoras se niega a llevar a sus hijos por el riesgo que podría significar para los chicos contagiarse, ya que en su condición podía ser algo de gravedad.
Los servicios que se brindan son gratuitos, incluso, antes de la pandemia, proporcionaban alimentos a los menores, y a sus madres; en ocasiones les dan despensas, porque la mayoría está en una situación muy vulnerable.
En el lugar atienden a 25 niños y cada uno lleva un programa personalizado, pues debido a las condiciones severas que padecen, los terapeutas atienden personalmente a los chicos, a quienes se les capacita para que sean independientes, realizando las tareas básicas del hogar, así como esuchar a sus padres.
Al respecto, la directora del sitio apuntó que “es muy importante pues como parte del trabajo se les enseña a que caminen, hablen, escriban y lean; muchos tienen lesiones muy profundas y no es que vayan a salir adelante, pero sí tendrán una calidad de vida y los papás podrán estar tranquilos con ellos”.
Es así como desde 1995 inició con esta labor altruista y solicita a quien pueda apoyarlos a mantener estas acciones, donarles en especie o al número de cuenta 17001526774, de Scotiabank, a nombre de El hogar de Loreto AC.