Locatarios del mercado municipal cumplieron con un rosario su promesa a la Virgen de Guadalupe, en esta ocasión al no poder celebrarse la misa debido a la nueva modalidad que se está viviendo por la pandemia.
Con mucho fervor, los locatarios del mercado municipal cumplieron la mañana de este miércoles su promesa a la Virgen de Guadalupe, que debido a la pandemia no pudieron celebrar la misa y la procesión que año con año se llevaba a cabo.
Consultados, dijeron que están conscientes de las medidas que tienen que acatar para cuidar la salud de cada uno, sin embargo, no dejaron pasar desapercibido el fervor, la devoción, y las plegarias que sienten por la Morenita del Tepeyac.
A las 6 de la mañana de ayer, cantaron las mañanitas y se entonaron cánticos a cargo de un trío musical, posteriormente se llevó a cabo un rosario siguiendo las medidas sanitarias, donde numerosos asistentes, entre ellos los locatarios de la plaza, dieron muestra de su fervor, además de darle gracias a la Madre Santísima por todas las bendiciones recibidas durante el año.
Tere Uitzil, comerciante en el mercado municipal, dijo que le tiene mucha fe a la Virgen de Guadalupe porque le ha hecho milagros, por ejemplo, cuando estaba por nacer su hijo tuvo complicaciones y “le pedí a la Morenita del Tepeyac que si nacía mi hijo bien, le iba a hacer sus novenas, ya son 23 años que vengo cumpliendo esa promesa, pero el año pasado sufrí un accidente cuando estaba haciendo la comida para el día 12, me caí sobre el pib, es algo asombroso porque se quemó mi piel, pero mi ropa no, eso para mí fue un milagro, me hizo crecer más mi fe hacia ella, porque es nuestra madre, merece todo nuestro amor, que tengamos fe y que hagamos las cosas sin doble sentido, de que estemos seguros, le agradezco un año más de vida porque salí bien de ese accidente y estoy viva”.
Leticia Magaly Guémez mencionó que cada año se realiza una misa en honor a la Virgen de Guadalupe en las instalaciones del mercado, donde todos los locatarios colaboran para poder efectuar esta promesa y darle gracias por las bendiciones recibidas durante todo el año, y por las noches se oficiaba la peregrinación de los carniceros, pero por cuestiones de la pandemia estas actividades se suspendieron para evitar aglomeración y contagios de COVID-19.
Por Raquel Margarita Huerta