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Pilar Faller Menéndez

“La verdad jamás daña

a una causa que es justa”.

Mahatma Gandhi

Han sido muchas las marchas que se han llevado al cabo a lo largo de la historia en diferentes países: en la India, la conocida “Marcha de la Sal” Mahatma Gandhi comenzó el 12 de marzo de 1930 una marcha durante cual se realizó un recorrido de 300 kilómetros a pie, finalmente el 6 de abril llegó a su destino: la costa del Océano Indico, en el cual Gandhi se adentró al agua recogiendo en sus manos un puñado de sal.

Este hecho podría resultar irrisorio, pero por el contrario, fue altamente simbólico, ya que el líder alentó a sus compatriotas a violar el monopolio que el Estado tenía sobre la distribución de la sal, y que obligaba a todo el país, hasta a los más pobres a pagar un impuesto al consumo y la prohibición de ser recolectada por ellos mismos.

La marcha de Gandhi tuvo inicio en Sabarmati, un río costero de la India, hasta la aldea de Dandi, en la costa del mar Arábigo. Comenzó con tan sólo setenta y ocho seguidores, pero a medida que pasaba Gandhi por las localidades a su paso, la gente se iba sumando a esta causa por la indignación que sentían ante el impuesto británico.

Este acto de desobediencia civil fue también conocido como el segundo “Satyagraha” término que se utilizaba para designar la ayuda hasta hallar la verdad, por lo que este ejemplo tuvo eco en la India y miles de simpatizantes imitaron el gesto de Gandhi y recogieron agua salada en sus recipientes, por lo que de Karachi a Bombay los indios comenzaron a evaporar el agua, recogiendo la sal a plena luz del día, en un acto de desafío hacia los británicos, lo cual, evidentemente trajo consecuencias, por lo que las cárceles se llenaron de sesenta mil “ladrones de sal” incluyendo a Gandhi.

Esta gran protesta a nivel nacional, que respondía también al malestar que se sentía en el Congreso Nacional Indio, ante la negativa de los británicos de concederle a la India el estatus de dominio sobre este condimento. Era una situación que perjudicaba a toda la sociedad india, independientemente de la religión que profesaran o a la casta que pertenecieran.

En esa época carecían de mecanismos de refrigeración, por lo que también la sal era considerada como un producto básico en la India para conservar tanto la carne como otros alimentos, por lo que su demanda era grande y los ingleses se aprovechaban de este uso y sacaban beneficio de él, imponiendo leyes que tenían como objetivo la persecución a todos aquellos que quisieran fabricar su propia sal, por tanto este boicot fue más popular y más efectivo que una protesta para luchar en contra del impuesto.

Fue en marzo de 1931, un año después, que se logró un acuerdo con el Virrey Lord Irwin, y Gandhi fue liberado. Irwin sostuvo ocho encuentros con Gandhi, los que dieron como resultado el Pacto de Delhi, en el cual se acordaba terminar con la desobediencia civil, así como el boicot hacia los productos británicos y se reconocía el derecho de los indios a fabricar su propia sal.

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