Varios cientos de mujeres participaron ayer en una entusiasta y combativa marcha por el Día Internacional de la Mujer, que duró aproximadamente tres horas.
Las manifestantes salieron del Monumento a la Patria hasta el (mal llamado) Remate del Paseo de Montejo y regresaron al punto de partida. Con pancartas en mano exigían que se acabara la violencia en contra de ellas, el derecho al aborto legal y al trato justo, entre otras demandas.
La marcha comenzó a las 9:28 de la mañana, cuando mujeres de todas las edades y estratos sociales se unieron para expresar su indignación y enojo con los casos de feminicidio que ocurren en el país.
Profesionistas, amas de casa, estudiantes y víctimas de violencia gritaron consignas, exigieron ser escuchadas y que se les haga justicia.
El caso de Greta
Entre las manifestantes se encontraba Greta Martínez, quien expresó que desde que presentó su denuncia hace casi dos años hasta hoy su caso sigue sin resolverse.
Criticó la decisión del juez Rómulo Bonilla Castañeda, quien señaló que no había elementos suficientes para vincular a proceso a su agresor. Dijo que a lo largo de 7 años sufrió violencia psicológica y patrimonial, y durante año y medio tuvo que soportar violencia física y sexual, aunada al cautiverio que vivió durante seis meses. Admitió que es muy difícil salir de un círculo de violencia.
–Hay quienes no pueden salir y hay quienes al pedir ayuda quedan atrapadas en un sistema que no funciona y nos mete en una violencia institucional, pero siempre hay que pedir ayuda y denunciar oportunamente para que quede el antecedente y crear conciencia en las demás, manifestó.
Dijo que ella siempre ha asistido a las marchas que se organizan para exigir derechos y desaprobar la violencia que sufren las mujeres. Aconsejó ser empática con las demás, sin juzgar por qué las víctimas no denuncian.
Comentó que este año la marcha fue mejor que en años pasados, pues acudieron más personas y fue inclusiva. Aclaró que esta protesta no fue en contra de los hombres, sino en contra de los hombres violentos y contra el patriarcado que nos deja a un lado.
El caso de Emma
Por su parte, Ligia Canto Lugo, madre de Emma Gabriela Molina Canto, quien fue asesinada hace tres años por encargo de su ex esposo Martín Alberto Medina Sonda, también participó activamente en la protesta. Señaló que en nuestra sociedad todas las mujeres se deben unir, pues unidas son más fuertes.
“Las masas mueven conciencias y de eso se trata, de mover conciencias, de que todos nos demos cuenta de cómo estamos ejerciendo violencia en contra de los más indefensos como son los niños. Este es el siglo de las mujeres y nosotras hemos despertado”, señaló.
Resaltó que el caso de su hija despertó a muchas mujeres que se han atrevido a denunciar, pero aconsejó que al hacerlo deben ir acompañadas para exigir justicia. Recordó que lleva diez años luchando, primero con su hija y luego sin ella.
La doctora Ligia Vera Gamboa, activista e investigadora del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY, dijo que esta manifestación es un hecho histórico, pues a pesar de las buenas o malas intenciones de los partidos políticos, gobiernos, sindicatos y otras organizaciones, mujeres de todas edades y condiciones se reunieron para expresarse.
Desde niñas hasta adultas buscan estrategias para lograr que sus derechos sean respetados, lo cual no se ha logrado pese a muchos años de lucha.
Hoy, el paro nacional
“Convoco a todas las mujeres a unirse al paro de hoy para demostrar al país y al Estado qué sería sin nosotras”, dijo.
Se refirió a las mujeres que por miedo a sus superiores sí van a trabajar, lo cual es otra forma de violencia; sin embargo, les invitó a portar un listón o una ropa morada para apoyar esta causa.
De igual manera a cualquier mujer que decida no trabajar y reciba alguna sanción, pueden acercarse a ella o a otras activistas a favor de los derechos de la mujer para apoyarlas.
(Elena Gómez)