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En esta contingencia, el personal de la Procuraduría Federal del Consumidor ha concentrado sus esfuerzos en supervisar que los grandes supermercados no suban injustificadamente los precios, pero han descuidado las gasolineras y talleres mecánicos.

Daniel Núñez, de Mérida, manifestó que la Profeco no molesta a las estaciones de gasolina ni verifica que las básculas de los comercios están calibradas o que tengan los sellos correspondientes.

Por su parte, José Luis Cruz Ancona comentó que no ha escuchado quejas por parte de los consumidores, “por lo que me imagino que la dependencia está haciendo bien su trabajo, porque cuando alguien aumenta el precio de los productos, la gente acude a la Profeco a presentar sus quejas o lo hace vía telefónica, sobre todo ahora que estamos en esta contingencia y no deben cometerse abusos”.

En el mismo sentido se pronunció Luis Enrique Mukul, quien explicó que los comerciantes están respetando los precios, pero que sería bueno que también se verifiquen que en las gasolineras se vendan litros de a litro o que en los talleres de reparación de autos los mecánicos no abusen de los clientes.

Por su parte, José Guadalupe Chan, de Mocochá, dijo que todo está bien, pero puede estar mejor si el personal de la citada dependencia vigila y supervisa los precios constantemente.

A su vez, José Luis Cruz Ancona dijo que hasta donde sabe no se han dado aumentos excesivos de precios en los productos de la canasta básica como son frijol, arroz, huevos, etc., lo que indica que la Profeco cumple su labor y está de acuerdo en que vigile de cerca a todas las áreas del sector comercial y prestación de servicios.

(Víctor Lara Martínez)

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