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Yucatán

No hay nuevos enfermos de COVID-19 en penales de Yucatán

El último caso de COVID-19 positivo en el Centro de Reinserción Social de Mérida (Cereso ) se confirmó el 1 de mayo y desde mediados de ese mes, cuando se recuperó el paciente, el penal se mantiene, hasta hora, limpio de coronavirus.

“No sé si llegamos a cierto grado de exageración en las medidas sanitarias, pero no importa, no queremos más casos”, dijo a POR ESTO! el director Francisco Brito Herrera. Después de que 16 internos dieron positivo a coronavirus, uno de los cuales falleció, el Cereso mantiene una etapa de aislamiento preventivo y nadie ajeno entra. “No hay ni visitas conyugales”, explicó el director.

Pero los reporteros del diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía consiguieron el acceso para un trabajo periodístico mediante el cual conocieron el área donde resguardaron a los enfermos de COVID-19, vigilado no solamente por los celadores, sino por médicos especializados en el coronavirus.

“Fueron 16 casos, tuvimos leves y tuvimos los graves. De las personas que estudiamos, cinco fueron hospitalizadas, cuatro estuvieron en un período de cinco a diez días en hospitales. Nos apoyaron el “Agustín O’Horán”, el Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán y la Unidad de Medicina de Alta Especialidad, porque el interno era derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social”, detalló Nidia Pérez Contreras, jefa de Servicios Médicos del Cereso.

Complicado

La persona que falleció fue un paciente de por sí complicado, era diabético y tenía obesidad, dijo. Al morir contaba con 59 años de edad y estaba sentenciado por violación, confirmó Brito Herrera, por su parte.

Pérez Contreras relató que el primer caso se dio el 9 de abril. “Por la sintomatología se estudió, se aplicó la prueba y se confirmó”, indicó. El reportero preguntó si supieron del origen del caso. La doctora citó el estudio epidemiológico del caso y mencionó que hubo muchos factores, pero lo más probable es que haya sido por las personas asintomáticas. “Después del paciente cero estudiamos la persona con la que vivía y los contactos que se dieron, se hizo una cadena de seguimiento”, explicó.

La CNDH

El COVID-19 en los penales del país ha sido un problema al que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) le ha dado seguimiento. Al 3 de junio, el coronavirus había afectado a 38 centros de reclusión del país, entre cárceles y penales, con un total de 342 casos confirmados y 53 fallecidos.Los 16 casos confirmados del Cereso de Mérida equivalen al 26% de los casos registrados en la prisión preventiva de Jalisco, el número uno de la lista, con 66 casos, a la que le siguen el Cereso de Puebla con 61 y el Centro Federal de Reinserción Social 2 (Cefereso) de Jalisco con 30.

La población actual del penal meridano es de 1,180 internos, lo que significa que los 16 casos positivos representan apenas el 1.3% de incidencia en la comunidad penitenciaria.

Brito Herrera explicó que apenas se supo del primer reo enfermo, “informé de manera inmediata a mis superiores de lo que estaba ocurriendo y se empezó a hacer lo que dice la doctora, que ya estaba tomando cartas en el asunto y nos mandaron inmediatamente la brigada para las muestras”.

Comentó que el último interno en recuperarse se dio después del 10 de mayo y a la fecha “todos están resueltos, ya no contagian, de acuerdo a las estadísticas”.

Extreman medidas –¿Pero qué se ha hecho para que ya no haya más casos?

–Gracias al apoyo del director y del Gobernador se hacen filtros a la entrada, incluso a los internos, cuando tienen que venir a las instalaciones de esta parte son aspersados con un líquido sanitizante. Seguimos el monitoreo centinela, que es de la temperatura en todos los módulos de las personas, por las noches, antes del pase de lista por los médicos asignados y un enfermero –contestó Pérez Contreras.

Además de los celadores, en el penal meridano trabajan 22 personas del área de la salud que atienden a los mil 180 internos, más el apoyo de tres médicos que recibieron adiestramiento especial para la contingencia.–Afortunadamente ya están recuperados todos, no hubo ninguno más. Ya viste todas las medidas de seguridad, la sanitización, la toma de temperatura, el rociado de cuerpo, la alfombra, lavado de manos, gel, y tres filtros que estrictamente tienen todos que pasar –dijo Brito Herrera al reportero.

–Todo se sanitiza. No sé si llegamos a cierto grado de exageración. Ya constataron las medidas de seguridad. No hay visitas y esto nos ha mantenido desde hace casi 40 días limpio el Cereso. Seguimos las medidas muy estrictas del Sector Salud y las instrucciones directas del Gobernador y la supervisión personal del subsecretario de Seguridad Pública y Prevención y Reinserción Social, Fernando Rosel Flores, así como el director de Ejecución de Sentencias, Homero Rosado Muñoz. Y yo.

No estamos presumiendo –Entonces, ¿ya no hay ninguna actividad?

–No hay ni fútbol ni actividades, son medidas estrictas que hemos llevado, con todo lo humanamente posible tratando de evitar que pueda volver a entrar el coronavirus. No estamos presumiendo, sino luchando por evitar que vuelva.

–¿Y el personal del Cereso está trabajando?

–Como lo señaló el Gobernador al girarnos instrucciones, los hipertensos, los vulnerables, se fueron a sus casas. Ahora como las instrucciones de trabajar con el 30 por ciento, se reincorpora el personal.

La doctora Pérez Contreras retomó la plática para señalar que en el penal hay reos que forman parte de grupos vulnerables. Hay pacientes con esclerosis, adultos mayores y demás que siguen un programa preestablecido de salud en el que ahora tiene más énfasis el tema de sus medicamentos.

El 15 por ciento de la población del penal, que es de mil 180 personas, tiene otras enfermedades que necesitan ser atendidas. “Nosotros, como el Sector Salud y los hospitales, no hemos dejado de trabajar”, precisó el director.

–¿No hay ni visitas conyugales?

–No hay ni conyugales.

Recorrido

Concluida la charla en el área de la Dirección del Cereso, los reporteros tuvieron acceso a la zona donde trabajan algunos internos y donde están los médicos. Para salir a las áreas, los periodistas recibieron, por quinta ocasión, una sanitización de pies a cabeza, además de que debieron lavarse las manos de nuevo.

Dos internos laboraban en el taller de soldadura, pero en las demás zonas no había nadie, pues todos se encuentran en sus celdas. Sólo se oía el trinar de los pájaros, los únicos que pueden entrar y salir a la medida de su antojo del penal sin temor a contagiarse.

Rafael Gómez Chi

Por Redacción Digital Por Esto!

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