Ayer fue un día caluroso en Progreso, Yucatán, con amenaza de lluvias, en este tercer domingo del mes de agosto hizo que llegaran al puerto varios bañistas, que recorrieron las costas de Progreso y desde luego se dieron un baño de mar con la familia.
Doña María Cobá Moo, dio a conocer que llegó al puerto con su familia, debido a que están fastidiados de permanecer encerrados desde hace unos 5 meses y tiene conocimiento que pronto comenzarán las clases de manera virtual, situación que motivó que llegaran para darse un baño de mar; no pensó que todo el malecón estuviera cerrado, pero se alejaron para el rumbo de la Comisaría de Chicxulub donde en medio de esta pandemia disfrutaron del mar.
Mencionó que es quincena y trajeron algo de dinero, pero no lo suficiente como para pedir comida en un restaurante, y en el mercado municipal muy pocos locales estuvieron abiertos.
Manuel G. Cantón, de la ciudad capital llegó con su familia a pasar el día, por seguridad personal trajeron sus propios alimentos, tendieron sus toallas y parasoles en un tramo de la carretera Progreso a Chelem, donde vieron poca gente aprovecharon, bajaron para disfrutar de este domingo playero donde está fresca la quincena y bien podemos darnos este merecido paseo a la playa en compañía de la familia, debido a que el encierro nos tiene alterados a todos, en la casa se molestan y se irritan por cualquier situación que suceda, el baño de mar es relajante y creo que pasamos un momento de distracción en medio de esta pandemia que nos tiene en confinamiento desde ya hace 5 meses.
Durante el recorrido del corresponsal por diversas playas de la carretera Chicxulub y Progreso, fue común ver bañistas, personas que tendieron sus toallas y parasoles para estar en las playas dándose su baño de mar en medio del COVID-19 que mantiene preocupados a los yucatecos y desde luego a los porteños.
En las playas se pudo observar que el número de embarcaciones de ribera, dedicados a la captura del molusco, ha crecido grandemente y resulta todo un espectáculo ver las embarcaciones con sus artes de pesca a lo largo de las playas de las costas porteñas y de sus comisarías.
Al transcurrir el tercer domingo del mes de agosto, también se observó pocos cuartos de los hoteles del puerto que en años anteriores estaban a reventar ahora prácticamente algunos están cerrados otros en mantenimiento mientras que otros registran muy contado movimiento.
La mayoría de las familias que llegan al puerto como se ha mencionado traen sus propios alimentos por seguridad propia, cuidando sus normas de higiene durante esta pandemia y su consumo se limita a la compra de aguas y refrescos embotellados.
En esta contingencia los que acostumbraban a realizar las rentas de sus casas de playa hasta en 3 mil pesos los fines de semana y mil pesos diarios se han quedado sin estos ingresos debido a que los visitantes que carecen de predios de verano simplemente llegan al puerto de pasa día y por la tarde se retiran debido a que el efectivo está limitado y prefieren regresar a sus casas por su propia seguridad ante los efectos del COVID-19.
A lo largo de las comisarías se observa la mayoría de los predios veraniegos ocupados al igual que los condominios donde se aprecian automóviles último modelo en las zonas veraniegas.
En este domingo veraniego, continúa la afluencia de paseantes a las costas yucatecas donde disfrutan del mar aún con la amenaza de truenos y cielo nublado por lo cual no se descartaba que se registraran lluvias vespertinas a nocturna similares a las de días pasados.
Julio Jiménez Mendoza