En un caso extraordinario, el señor Ezequiel Morales Antonio, de 55 años de edad, permaneció hospitalizado 27 días en el Centro de Especialidades Médicas por COVID-19, ya que la familia adeuda al hospital cerca de un millón de pesos, pero finalmente fue dado de alta con un amparo judicialúnico en su tipo, informó el abogado Rodrigo Ignacio Ortiz Eljure, director del Corporativo Ortiz Eljure y Asociados.
El doctor en Derecho indicó que ahora se realiza una estrategia legal para que sea el IMSS el que subrogue el pago de los honorarios al Centro de Especialidades Médicas, toda vez que el señor Ezequiel Morales es derechohabiente y no fue atendido por falta de espacio en los hospitales del Seguro Social.
Como informamos oportunamente, Ezequiel Morales Antonio permaneció 27 días internado en el CEM, logró salir del nosocomio el pasado sábado con un amparo dictado por un juez, ya que su familia no tenía para pagar cerca de un millón de pesos de gastos hospitalarios.
Fue muy clara
La estrategia legal para lograr que se diera de alta al señor Ezequiel Morales fue muy clara, ya que se estaban violando sus derechos fundamentales que están consagrados en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, como el derecho a la salud, el derecho a la vida, a una atención médica y el derecho al libre tránsito, indicó Ortiz Eljure.
El profesional dijo que, en cierta manera, las autoridades del hospital no estuvieron bien asesoradas en su momento, porque un tema es la cuestión mercantil civil, el pago de la atención hospitalaria y otro tema es que en contra de su voluntad retengas ilegalmente a un paciente en el hospital.
POR ESTO! visitó al señor Ezequiel Morales en su domicilio del fraccionamiento Juan Pablo II, donde su hijo Kevin de Jesús Morales Celaya señaló que es doloroso ver a muchas familias que están luchando por salvar la vida de sus seres queridos y no tienen la misma suerte, muchas personas se están quedando en el camino, enfermos se están muriendo en la puerta de los hospitales, por lo que advirtió que nadie tiene que vivir esto para entender que no salgan de sus casas, es necesario que respeten las medidas sanitarias al pie de la letra.
Mayor conciencia
"Las autoridades que están dictando los parámetros a seguir deben tener un mayor control en lo que se informa a la población, ya que muchas veces al haber varios canales informativos la gente se confunde".
Comentó que hace falta una mayor conciencia por parte de las autoridades de la Secretaría de Salud, los hospitales públicos y privados, para entender la situación por la que están pasando las familias con sus seres queridos enfermos. Hay personas que se encuentran en la misma situación que nosotros y no recibe la asesoría adecuada.
Kevin de Jesús indicó que lo más probable es que su padre se infectara del virus en su trabajo, ya que se ganaba la vida como moto taxista y, al convivir con muchas personas, se pudo haber contagiado dando un servicio.
Posteriormente, con el convivio como familia, todos en su casa empezaron a presentar los síntomas, primero fue su madre, la señora Linda Flor Celaya Cobá, después su hermano Brian, de 21 años, y finalmente él también enfermó.
"Todos comenzamos con los mismos síntomas, perdimos el olfato, luego el gusto, presentamos fiebre, dolor de cuerpo; sin embargo, fueron sus padres quienes resintieron la enfermedad con más fuerza, ya que a la semana empezaron a tener problemas para respirar, por lo que tuvieron que suministrar oxígeno porque sus niveles de saturación eran muy bajos".
Lograron mantenerlos estables durante una semana, pero para el día 5 de julio la situación de su padre era muy grave, su saturación era del 55%, cuando llamaron al 01800 del servicio de Salud les indicaron que contaran el número de veces que él contraía su estómago para respirar, al hacer el conteo fue de 42 veces cuando lo normal es de 20 a 22 veces, debido a que estaba haciendo mucho esfuerzo para respirar y estaba al borde de un colapso pulmonar.
El Viacrucis
Ya con mi padre muy grave fue que empezamos el viacrucis de visitas a los hospitales, iniciamos con el Hospital Juárez y la T-1, porque son derechohabientes del IMSS; sin embargo, les negaron el acceso por falta de camas, luego siguieron con el Hospital “Agustín O’Horán” y el Hospital Regional de Alta Especialidad, donde también les informaron que no había camas.
Después de recorrer los hospitales públicos siguieron con los privados, iniciando con la Clínica Mérida, donde piden de entrada 220 mil pesos, pero había cama; lo mismo ocurrió en el Star Médica (330 mil pesos), el nuevo Hospital El Faro (150 mil pesos), el CEMA (200 mil pesos) y en el Hospital Pensiones de plano ni quisieron dar informes.
En ninguno de los hospitales encontramos una cama libre, los mismos vigilantes desde que llegábamos, sabían a lo que íbamos, nos hacían señas con las manos indicando que no había lugar.
Finalmente llegaron a la Clínica de Especialidades Médicas, donde había muerto una persona por COVID-19 y se liberó una cama, lo internamos pagando 65,000 pesos para el ingreso el 6 de julio.
Una vez que ingresó comenzaron a vender sus bienes para poder cumplir con los gastos que eran de 35 a 45 mil pesos diarios, por lo que tuvieron que vender un par de terrenos que tenían como familia, su vehículo personal, así como algunos ahorros para abonar al hospital y que le pudieran seguir dando el servicio, muchos familiares y amigos nos echaron la mano y se sumó para pagar al hospital.
Su estadía se prolongó porque su caso era muy grave, al día siguiente de ingresar lo tuvieron que intubar y fueron muchos días en que parecía que no lo lograría, pero afortunadamente empezó a reaccionar a los medicamentos y a los cuidados hospitalarios.
Hace dos semanas el hospital notificó que el señor Ezequiel Morales ya se le habían dejado de administrar los sedantes y ya se había despertado, posteriormente se apaga el ventilador y va mejorando progresivamente, entones el martes 28 de julio le informan que el paciente ya estaba listo para darlo de alta.
Una plática
Desde antes del alta dijo que trató de tener una plática con el director del hospital para hacerle frente y tratar de llegar a un acuerdo, pero no lo recibieron, por lo que dejó sus datos para que se comunicaran, pero al día siguiente le hablan de una financiera que le ofrece sus servicios para prestarle 30 mil pesos; sin embargo, no resolvía el problema porque la cuenta era de cerca de un millón de pesos.
Al día siguiente se presenta en el hospital y habla con el administrador del hospital, el señor Alfredo Domínguez, a quien le ofrece dejar una propiedad en garantía mientras se cumplía con el pago de la deuda, pero no lo aceptan.
Cuando ya habían pasado cuatro días de que su padre ya podía ser dado de alta seguía en el área COVID-19, por lo que para la familia era importante poder sacarlo por el riesgo de recontagio y fue que recurrieron al despacho del abogado Rodrigo Ortiz Eljure, para que se les brindara la ayuda legal por la retención del paciente.
Morales Celaya dijo que "en ningún momento nos negamos a pagar y tratamos de explicar al hospital que la cuenta se hizo demasiado grande, y que en ese momento no se tenía para pagar, pero de no haber recibido la ayuda legal mi padre seguiría en el hospital sumando 40 mil pesos por día, lo que nos obligó a tomar acción".
Además, una vez que su padre fuera dado de alta, eran necesarios varios requerimientos como un concentrador de oxígeno que tiene un valor de 34 mil pesos, además de tanques de oxígeno individuales, una cama de hospital, un aspirador de líquidos y cuidados de enfermería 24 horas, gastos que en su conjunto sumaron 80 mil pesos.
Por su parte, el abogado Ortiz Eljure señaló que el camino legal ante la negativa del hospital de permitir la salida del paciente, se interpuso una denuncia penal con el objeto de que no se dejara de dar el suministro médico, ya que había una amenaza de que se le dejaría de dar la atención médica si no se cubría la cuenta e incluso que se le estuvieron reteniendo contra su voluntad.
Hasta la Codhey
El doctor en leyes dijo que es muy distinto el tema mercantil de la deuda, al tema de la sustracción o de la retención ilegal, se procedió a interponer una denuncia en el Ministerio Público y también se interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán para hacer constar el maltrato que estaba recibiendo no sólo el paciente, sino también sus familiares ante la negativa de darlo de alta y la amenaza de que le dejaran de prestar la atención médica.
Después de haber interpuesto la denuncia acudieron al hospital acompañados por los elementos de la Policía Estatal Investigadora de la Fiscalía del Estado y con la visitadora de la Comisión de Derechos Humanos para hacer constar lo que estaba pasando.
Ese mismo viernes se dio la negativa del mismo hospital, se negaron a atender a los elementos de la policía y a la visitadora, dando evasivas de que no se encontraban los directivos.
Una vez que las autoridades constataron la negativa del hospital se procedió a elaborar un amparo, primero por la amenaza de que se le dejaría de dar la atención médica, por dejarlo en un área donde pudiera volver a contagiarse y por la retención ilegal del paciente.
Estas diligencias se realizaron en la madrugada, el actuario federal llegó en las primeras horas de la madrugada, pero se volvió a tener una negativa del hospital, por lo que el juez federal decretó que el hospital sería enteramente responsable si algo le pasaba al paciente.
Posteriormente el jurídico del hospital se comunicó con los familiares para llegar a un acuerdo respecto al pago, les hicieron firmar unos documentos para comprometerse a pagar cerca de un millón de pesos en un mes, por lo que el sábado pasado poco después de las 6 de la tarde se logró el objetivo de que el señor Ezequiel pudiera regresar a su domicilio.
Kevin de Jesús dijo que hay algunas personas que tienen la fortuna de que cuando se contagian del COVID-19 son asintomáticas y sólo presentan una tos, quizás un poco de fiebre y las molestias de cualquier catarro, pero eso no los exenta de poder contagiar a una persona de la tercera edad, con una persona diabética o hipertensa que tendrá un efecto muy adverso para su salud, incluso puede perder la vida por una irresponsabilidad.
Aunque nos sintamos bien, hay que mantenernos en casa, si presentamos síntomas y creemos que somos asintomáticos también quedémonos en casa, porque quizás en unas semanas la persona pueda recuperarse porque se encuentre saludable o tenga suerte, pero hay otras personas que por una irresponsabilidad pueden perder la vida en breve tiempo.
Por Alejandro Moreno Peña