A pesar de la pandemia, son cientos las personas que acuden al cenote Sambulá a ver la maravilla que dejó la naturaleza luego del paso de las lluvias, tormentas y huracanes en el 2020, y que ocasionó que el agua subiera hasta los 15 escalones.
Aunque no son muchos los visitantes a esta zona, como en años anteriores, se pudo conocer que llegan a esta ciudad de distintos puntos del Estado, del país y rincones del mundo para degustar los tradicionales huevos motuleños o maravillarse con la peculiaridad del cenote Sambulá, ubicado al sur de la localidad.
“Me hubiera encantado bañarme con mis nietos, pero solo con conocerlo estoy satisfecha”, dijo Vanesa González, que llegó de Veracruz.
Actualmente el agua alcanzó más de 5 metros, pero de los 15 escalones hasta donde llegaba el agua ahora ya bajó hasta el escalón número nueve.
El cenote de Sambulá es una caverna cerrada y para acceder al agua se desciende por una escalera de mampostería hasta un espacioso iluminado con energía eléctrica.
El agua es cristalina y el espejo de agua mide 30 metros de largo por 8 de ancho, y tiene una profundidad mínima de 1 metro y máxima de 8, pero ahora se encuentra todo inundado.
El responsable de Turismo Arturo Mérida Gómez informó que el lugar se cuida y se le proporciona el mantenimiento adecuado a las instalaciones. También cuenta con servicios de restaurante, palapas y vestidores, y está abierto de lunes a domingo de 9 de la mañana a 3 de la tarde.
Actualmente se mantienen las medidas sanitarias como tapete sanitizante, gel antibacterial y pistola de temperatura corporal, y se controla el número de personas que llegan, ya que todos desean conocer el cenote y vienen de muy lejos.