El tortillero Raúl Alcocer Rosado, conocido como "El Diablo", quien tiene su molino frente al Parque del Policía, a través de sus empleados acosa a los comerciantes de tienditas que revenden tortillas en calles aledañas, amenazándoles de que si continúan con esa actividad les van a clausurar sus negocios.
Según compartieron María Asunción Méndez Dzib y Luis Fernando Chan Hau, quienes tienen su tiendita en la calle 40 entre 65 y 71, un empleado de dicho molinero llegó a su local y les dijo que dejaran de vender tortillas, porque de lo contrario les van a cerrar la tienda, porque está vigente la modificación del reglamento de venta de tortillas.
Ellos le indicaron que el reglamento dice que no se puede repartir a menos de 250 metros de un molino, pero no que impida vender la tortilla a quienes acuden a comprar en el molino de su preferencia para volver a comercializarla y recalcaron que las tortillas nadie se las lleva, sino que ellos a diario van por ella para traerla a su tienda.
Mencionaron que venden alrededor de 30 kilos al día, son pedidos seguros de los clientes que por años acuden a comprarla en su tienda, porque se las venden a un precio accesible y, sobre todo, porque no confían en la calidad de las tortillas del molino del citado sujeto que los amenaza, pues coinciden en que carece de higiene y que no les gusta su producto.
Incluso tiene varios reportes de pelo de gato, además de que casi siempre hay mascotas dentro de su local, aunado a que si compran la tortilla en la mañana, ya en la tarde o al día siguiente no la pueden calentar porque queda tiesa y tiene sabor a cal.
Ambos tenderos le recalcaron al empleado que si quieren recuperar su venta, en lugar de intimidarlos debe mejorar la calidad de sus tortillas, su higiene y que ofrezca un buen servicio y le externaron que lo responsabilizan de cualquier cosa que les suceda.
Esto, porque es conocido por su agresivo temperamento, ejemplo de ello es que en la esquina de esta tienda cuando tenía problemas con los repartidores de otras tortillerías los agarraba, les botaba su producto y los pateaba.
Otra de las comerciantes amedrentadas fue Elizabeth Uh Cemé, quien tiene su tienda en la calle 67 entre 40 y 71, relató que también llegó el empleado del molinero y le dijo que dejara de vender o le van a clausurar.
Señaló que esto no es justo, porque sólo comercializa d 6 a 7 kilos al día, incluso, recorre largas distancias para comprarla y revenderla, por lo que no le parece que personas como él le indiquen lo que tiene que hacer.
Ella sólo se está ganando la vida de manera honesta generando con su venta un ingreso mínimo; en torno al reglamento de la venta de tortilla dijo que es de molineros, no de tenderos, por lo que entre ellos se deben entender y no afectar a otros.
Añadió que "El Diablo" no es quién para indicar que se puede clausurar un negocio, pues considera que para eso existen las autoridades correspondientes.
Asimismo, Juan Pablo Pech Cocom, otro comerciante del rumbo que vende alrededor de 20 kilos de tortilla al día, manifestó que se ha enterado de los atropellos que está cometiendo dicho molinero, por lo que se prepara para recibirlo y tomar evidencia de lo que le diga y solicitar la presencia de la autoridad para que lo deje de molestar.
Indicó que no es nadie para acudir a amenazarlos, pues todos tienen derecho a vender y ejercer la libre competencia, ya que los propietarios de las tiendas pueden adquirir su tortilla donde les plazca para luego revenderla, ya que no están violando el reglamento de los tortilleros, porque nadie les está repartiendo tortillas en sus negocios.
SY