Aunque la pandemia ha impactado severamente en su economía, restaurantes de Mérida confían en que habrá un incremento en sus ventas a mediados de año, siempre y cuando el Semáforo Epidemiológico no cambie a rojo.
“Comenzamos el año con altibajos, hay días que son buenos, pero hay momentos en que la clientela y la venta disminuye, en ocasiones ni en quincena viene la gente”, indicó Gabriel Celis, propietario del restaurante “El Templo”, ubicado a unos metros del parque de La Mejorada.
Explicó que hasta antes de la pandemia por COVID-19, las quincenas y los fines de semana eran días en que las ventas repuntaban, por lo que podían prever ese movimiento, lo cual no ocurre ahora.
Destacó que el movimiento y flujo de personas es mejor en comparación con octubre y noviembre.
Dijo que en diciembre se registró un repunte motivado primero por el flujo de capital debido al pago de aguinaldos, así como a la costumbre de algunas personas de cenar en las fechas cercanas al 24 o al 31 de ese mes.
En lo personal, Gabriel Celis indicó que espera que la recuperación de la economía de los restauranteros inicie después de marzo, pero les preocupa que se registre un retroceso por el Semáforo Epidemiológico del Estado.
Comentó que, de manera paulatina, establecimientos como el suyo ya están volviendo a recontratar al personal, luego que por el tiempo y los momentos más difíciles de la pandemia tuvieron que prescindir de ellos, por lo que consideró que un nuevo confinamiento echaría en “saco roto” lo que ya se ha ganado en estos meses.
El restaurantero calculó que los ingresos que actualmente capta su negocio representan aproximadamente el 50 por ciento de lo que solía obtener en años anteriores, es decir, la mitad de las ganancias que estaban acostumbrados a recibir.
Asimismo, comentó que el anuncio y el inicio de la campaña de vacunación contra COVID-19 da cierta expectativa positiva a los dueños de restaurantes y otros prestadores de servicios; sin embargo, comentó que hasta que la mayoría de la población no esté inmunizada, no podrán “cantar victoria”.
Por su parte, el presidente consultivo de la empresa restaurantera “Los Trompos”, Guillermo Mendicuti Loría, informó que en su caso, las afectaciones llegan al 45 por ciento, en comparación con las ventas que tuvieron por estas fechas el año pasado, cuando aún no llegaban las restricciones derivadas del coronavirus.
El empresario afirmó que, al menos en el primer semestre de 2021, no espera una mejoría significativa en el número de comensales que pueden captar, ya que consideró que la vacunación y la certeza que estas medidas pueden traer “van lentas”.
“Mientras no haya una inmunidad para el COVID-19, difícilmente habrá una recuperación económica sostenible, al menos en el área de consumo”, sentenció.
Mendicuti Loría acotó que para marzo de 2020 hubo una clasificación de las unidades económicas de lo que serían negocios esenciales y los que no; en este sentido, explicó que esta diferenciación de las autoridades cambió dependiendo del Estado de la República.
Al respecto, el empresario opinó que a casi un año de que se realizara esta diferenciación entre giros esenciales y los que no lo son, lo que realmente se necesita es una diferente clasificación que sea en el sentido de cuáles establecimientos son seguros y cuáles no.
“Mientras nos llega la vacuna mejor dejamos de hablar de negocios esenciales y no esenciales, mejor pongamos el foco en los establecimientos seguros y los que aún no han cumplido con lo que disponen los protocolos de bioseguridad”, externó.
Acotó que, con lo antes expuesto, los negocios que no han sido auditados por la autoridad de salud, así lo podrían hacer de tal manera que puedan operar sin el temor de que sus clientes se contagien.
Finalmente, dijo que la clasificación de negocios seguros en cuanto al cumplimiento de los protocolos es una propuesta que apenas se está gestando entre algunos empresarios del giro de los alimentos y eventualmente se presentará tanto a las cámaras empresariales como a las autoridades del Gobierno del Estado.
SY